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De los 334,6 millones de euros que se registraban justo antes de la pandemia a los más de 600 contabilizados al cierre de 2023. ... Las exportaciones de Castilla y León a Estados Unidos se han disparado casi el 80% en solo cinco años (el 79,7%, para ser exactos), «una evolución muy positiva», según el Instituto para la Competitividad Empresarial de Castilla y León (Icecyl), que tiene como principal motor a la automoción.
De hecho, el valor de las ventas de este sector a la principal economía mundial se ha multiplicado por veinte en el lustro analizado. En 2019 se rozaron los 10,8 millones de euros, cantidad que ha ido aumentando progresivamente hasta alcanzar los 214,3 el ejercicio pasado (el 35,4% de todo lo que colocaron allí las empresas de la región). Un despegue que «se debe al fuerte incremento de las exportaciones de neumáticos», que la comunidad autónoma produce en las factorías de Michelin de Valladolid y Aranda de Duero y en la planta de Bridgestone de Burgos.
La pujanza de la automoción ha desplazado al segundo lugar del ranking a la maquinaria, que aunque redujo su aportación el 11% en 2023 respecto al año anterior todavía sumó la nada desdeñable cifra de 132,3 millones, el 22,5% del total. De acuerdo con el informe del Icecyl, ente público de derecho privado adscrito a la Consejería de Economía y Hacienda, el motivo del descenso está en «la caída de las ventas de partes para motores de aeronaves registrada desde 2021».
El tercer lugar en importancia (con un peso del 17,8%) lo ocupa la alimentación, que ha crecido el 32,4% en el periodo examinado. Si el foco se pone al final, el resultado es que en 2023 enviamos al otro lado del Atlántico 107,3 millones de euros en productos agroalimentarios, en su mayoría vino (27,5 millones), galletas dulces (19,9), carne porcina (14,3 millones de euros, tanto en su forma convencional como en partes delanteras deshuesadas saladas), pulpo cocido (10,2 millones) y queso (4,7).
El trío mencionado representa el 75,5% de las exportaciones de Castilla y León a EE UU. A partir de ahí la lista es muy variada y continúa con el sector químico, con prácticamente 40 millones de euros y un recorte del 7,7% desde 2019 motivado por la menor demanda de los preparados farmacéuticos; los metales, con 15,3 millones y una caída del 23,1%; los equipos de transporte, con 4,1 millones que son casi el triple que hace cinco años gracias al despunte de los contenedores, y la madera y el mueble, que anota 3,4 millones de euros, el 239,5% más. El resto de las áreas de actividad no llegan a los 2,5 millones y se trata de papel y artes gráficas, textil y confección, cerámica y vidrio, plásticos y caucho, minerales, piedra natural manufacturada y cuero, piel y calzado.
La superpotencia acaba de celebrar elecciones presidenciales y desde el 20 de enero de 2025 volverá a tener al frente a Donald Trump, que estos días se afana en distribuir los principales cargos de su futuro gabinete y ha elegido al magnate Elon Musk como peso pesado. El catálogo de promesas que ha hecho para su inminente segundo mandato abre algunas incertidumbres, como la posibilidad de que imponga aranceles a las manufacturas procedentes de Europa. De momento ya ha anunciado los que aplicará a los bienes que entren por México (de entre el 10% y el 20%) y sobre todo a los que lleguen desde China (60%).
Por si acaso, el consejero de Economía y Hacienda y portavoz de la Junta, Carlos Fernández Carriedo, recalcó hace unos días que nuestra comunidad quiere mantener «la mejor relación posible» con Estados Unidos, «independientemente del color del partido político que allí gobierne en cada momento». En la misma línea, aseguró que desde la Junta miran a EE UU como «un gran país», y recordó que es «un importante cliente», en concreto el noveno, y «quizá el más importante fuera de los países de la Unión Europea».
Tanto es así que la balanza comercial es claramente favorable a Castilla y León, con un saldo positivo que en 2019 era de 127,9 millones de euros y en 2023 había escalado hasta los 296,7. Y eso a pesar de que las importaciones han experimentado un crecimiento del 47,3% en esos cinco ejercicios, hasta sumar 304,5 millones el último de ellos. Nuestras compras al gigante americano se centran en el sector químico, que con 122,5 millones de euros concentra el 40,2% del total, «siendo los medicamentos y los minerales de uranio y plutonio los principales productos adquiridos».
En el segundo y tercer lugar figuran la maquinaria y la agroalimentación, «con cuotas del 15% y el 11,2%, respectivamente», según el Instituto para la Competitividad Empresarial, y 45,7 y 34 millones de euros en términos absolutos. En cuanto al detalle de los productos que compramos en cada uno de esos ámbitos cabe destacar «los cartuchos de combustible hexagonales sin irradiar, utilizados en los reactores nucleares» y curiosamente «los garbanzos y judías».
No son los únicos artículos estadounidenses que importamos. También llegan, aunque en menor medida, coches (por importe de 7,9 millones de euros), municiones de guerra (valoradas en 6,7 millones) e incluso preparaciones capilares (con un coste de otros 4,4).
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Alberto Echaluce Orozco y Javier Medrano
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