![«Hasta los 4 años es normal tener los pies planos»](https://s1.ppllstatics.com/elnortedecastilla/www/multimedia/202001/13/media/pies.jpg)
![«Hasta los 4 años es normal tener los pies planos»](https://s1.ppllstatics.com/elnortedecastilla/www/multimedia/202001/13/media/pies.jpg)
Secciones
Servicios
Destacamos
Los pies –con sus 26 huesos, 33 articulaciones y más de 100 tendones, músculos y ligamentos–, son una de las partes más importantes del cuerpo y, a la vez, una de las más olvidadas. «Una obra maestra de arquitectura», aseguran desde el Colegio Oficial de Podólogos de Castilla y León ... . Y, como todo tesoro que se precie, hay que mimarlos. Desde la infancia. Porque, tal y como aseguran los especialistas, «muchas de las alteraciones de los pies se cronifican si no actuamos a tiempo».
«Cuando el cuerpo está en periodo de crecimiento es fundamental someterse a revisiones podológicas periódicas. Cuanto antes se detecten problemas estructurales, mejor pronóstico ofrecen los tratamientos», explica la podóloga María José Carballo Fernández. «Se considera que el pie está totalmente formado a los 9 años, sin embargo, su crecimiento continúa hasta los 20 años, aproximadamente», afirma la delegada del Colegio Oficial de Podólogos de la región en Valladolid.
«Hace años, se hacían tratamientos ortopédicos a casi todos los niños. Quién no recuerda esas botas sujetas al tobillo, grandes y duras para meter las plantillas, notándose que eran niños con plantillas y a veces, con el consiguiente complejo para ellos», recuerda María José Carballo Fernández. Con los avances y estudios se ha comprobado que esos «tratamientos tan tempranos ocasionaron muchos pies cavos porque el niño hasta los 4 años tiene una huella plana debido a la elasticidad de los componentes del pie, algo que se corrige de forma espontánea».
Noticia Relacionada
Por eso, «es precisamente a partir de los 4 años, el momento adecuado para que hagan una revisión en consulta». Pero pocos padres, salvo que existan problemas evidentes en los pies, lo hacen. La podología es a fecha de hoy una especialidad que no está dentro del Sistema Público de Salud y la falta de oferta asistencial pública deja a la población la única alternativa de ser atendida en el sector privado pagando.
¿Y cuánto cuesta de media una revisión podológica para un niño? «Depende de las pruebas que sean necesarias realizar», responde María José Carballo, pero si hablamos de un «un estudio biomecánico, puede rondar entre los 50 y 100 euros». Pero hay que verlo como una inversión en salud, porque «realizar un seguimiento de la evolución de la pisada de los niños» es la única manera de detectar patologías a tiempo y corregirlas.
Si acudir acudir a la consulta del podólogo periódicamente es importante, no lo es menos saber elegir el calzado adecuado para los más pequeños de la casa. La oferta en la actualidad es 'infinita', pero antes de decantarse por unos zapatos u otros hay que tener en cuenta, como mínimo, estos siete puntos:
El calzado 'ideal'...
→ Debe tener una longitud aproximadamente un centímetro mayor que el pie. Si es menor apretará los dedos, especialmente por la tarde y si es mayor provoca cansancio al caminar.
→Debe ser flexible para permitir el movimiento libre del pie.
→ La suela debe ser elástica y permitir la flexión del pie mientras camina. Debe poder flexionar la suela del calzado con las manos.
→ Se recomienda que el dibujo de la suela sea multidireccional para que evite que el niño resbale.
→ No debe de tener tacón o debe ser mínimo y nunca debe tener prolongaciones hacia la puntera en la parte interna (el llamado tacón de Thomas).
→ No debe llevar ningún tipo de plantilla 'correctora'. El pie sano no la necesita y pueden producir molestias.
→ Deben estar confeccionados con materiales transpirables para evitar la sudoración excesiva.
Y, como recomendación para las primeras etapas de la vida del niño, María José Carballo Fernández aconseja que caminen descalzos sobre diferentes superficies «para potenciar la musculatura y correcto desarrollo del pie y la pierna». «Además de ejercitar los músculos de los pies, esta práctica favorece su desarrollo cognitivo, algo muy importante».
Y no comprar un número más. «El zapato debe estar a la justa medida del pie -un centímetro mayor que el pie- y, siempre, adecuado para que se pueda llevar a cabo una buena biomecánica», sentencia la podóloga. «Es bastante habitual que a los padres se les haya aconsejado que el niño, en sus primeros años de vida, use botas o calzado un poco más alto y reforzado en la zona del talón para ayudar a mantener el pie y ayudarle a caminar».
«Es posible que, cuando el niño comienza a caminar, el hecho de contar con un contrafuerte -zona del zapato que recoge el talón del pie- ayude al niño a tener una mayor estabilidad y le ayude a mantenerse de pie durante más tiempo. Ahora bien, si abusamos de calzados rígidos vamos a conseguir el efecto contrario, ya que los músculos y ligamentos del pie de un niño deberían desarrollarse por si solos para lograr mantener una correcta posición por si mismo», explica Carballo.
El excesivo control del pie por parte del calzado «puede disminuir dicho trabajo de musculación ya que el zapato 'sustituye' el trabajo que deberían de hacer dichos músculos». El consejo de los especialistas es utilizar preferiblemente «calzado por debajo del tobillo y botas o zapatos con contrafuerte rígido solo de forma ocasional».
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.