Puesto de religiosas montado en el vestíbulo de las Cortes en diciembre, edición en la que participaron funcionarios del Parlamento regional como vendedores. E. Margareto
Castilla y León

Dietas y días libres para funcionarios de las Cortes por vender dulces conventuales en Navidad

Los empleados públicos que se pusieron tras los mostradores de mazapán y turrón de 'Dulce Tentación', todos voluntarios, recibieron hasta 275 euros y 5 días libres por su labor en el mercadillo navideño

Susana Escribano

Valladolid

Viernes, 31 de enero 2025, 06:39

La edición 'Dulce Tentación' que el pasado mes de diciembre acercó a las Cortes de Castilla y León turrones, mazapanes y polvorones elaborados en obradores de conventos tuvo en esta ocasión como vendedores a empleados públicos de la plantilla del parlamento autonómico. Fue entre la ... tarde del viernes 13 y la de domingo 15, de forma «voluntaria» y en horario no laborable (destacan desde el Parlamento autonómico), pero que sí ha tenido repercusión económica y en organización laboral en la institución puesto que esa participación estuvo incentivada con dietas de 110 euros al día (55 la media jornada) y un día de libranza por cada tarde o mañana. A eso se sumó la comida durante estos días de feria repostera. «Es algo lógico, era fin de semana, no eran sus días de trabajo», defienden desde el área de Presidencia de las Cortes.

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Fueron 13 los trabajadores de la plantilla de las Cortes que «voluntariamente» y siendo «conocedores» de que entre sus funciones estaban cuestiones como la «ayuda en la venta» y cosas que surgieran en la «logística», insisten fuentes oficiales del área de la Presidencia de las Cortes, participaron en el mercadillo de dulcería monástica. No todos en los cinco tramos temporales en los que se dividió: la tarde del viernes y las tardes y mañanas de sábado y domingo. Quien hizo pleno (3 horas el viernes, 10 el sábado y 9 el domingo con pausa para comer) percibió 275 euros en indemnización económica y cinco días libres para su calendario laboral a cuenta de la institución pública.

Carlos Pollán pasa por uno de los puestos de 'Dulce Tentación'. E. Margareto-Ical

Una actividad que explican desde el parlamento como «voluntaria» y desarrollada en el «tiempo libre» de sus funcionarios, pero respaldada por unos incentivos públicos que se articularon mediante una resolución que firmó el secretario general-letrado mayor de «gratificación de servicios extraordinarios», apuntan. «No es nada extraño ni raro», insisten sobre la incorporación de trabajadores parlamentarios, con dieta añadida y compensación por duplicado en días libres, a una actividad de venta de productos gastronómicos organizada por la Fundación Castilla y León, entidad que preside también el máximo responsable de las Cortes, Carlos Pollán (Vox).

Con ese planteamiento, señalan, se envió un correo a toda la plantilla con las condiciones y hubo quien se animó y se preinscribió. Con los trabajadores que dieron ese paso se organizó una reunión en vísperas de 'Dulce Tentación', en la que se les explicó con más detalle en qué iba a consistir su participación. «Todo el mundo era conocedor de lo que iban a hacer», puntualizan desde el equipo de Carlos Pollán.

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El presidente Pollán recuperó en la Navidad pasada 'Dulce Tentación', una iniciativa que entre 2015 y 2018 puso en marcha Silvia Clemente, aplaudida por las comunidades religiosas a las que se facilitaba un canal de venta y muy bien acogida por el público que se acercaba a las Cortes a comprar esos dulces artesano. El formato parecía en esta última ocasión idéntico. Puestos con turrones, polvorones, mazapanes, peladillas navideñas y actuaciones de coros que animaban con villancicos. Pero había una diferencia: la de los funcionarios vendedores sobre el papel en jornada no laborable, pero finalmente con indemnización económica abonada por las Cortes y días libres de compensación. Desde el equipo de Pollán argumentan que «contar con personal de la casa» permitió no tener que «contratar personas externas». Aunque tampoco salió gratis.

Es habitual que los funcionarios participen en eventos, pero de calado institucional, como las jornadas de puertas abiertas

La participación de trabajadores del parlamento en actividades extralaborales bajo el amparo oficial es tradicional, por ejemplo, en las jornadas de puertas abiertas que se organizan en los aniversarios del Estatuto de Autonomía, en las que hacen de guías de los visitantes, pero esas citas tienen un trasfondo institucional diferente al de un mercado de venta de productos de alimentación con ingresos para quienes los ofrecen, en este caso conventos de las comunidad.

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Alrededor de 10.000 visitantes y 46.000 euros de caja

Del refuerzo de personal que ayudaba a las religiosas en labores de venta en la etapa anterior se encargaba la misma empresa que montaba los puestos y organizaba el mercadillo y que contrataba para ello a trabajadores con un perfil mixto para desarrollar labores de venta y de azafatas. Destacan responsables de la etapa de Clemente que entendían que no era apropiado que empleados públicos en nómina de las Cortes se encargar de cobros y custodia de dinero de caja ajeno que podía generar problemas por errores o descuadres. «De la otra manera, cualquier cuestión como esa la asumía la empresa», remarcan.

Voluntariado parlamentario incentivado con dietas y libranzas aparte, la edición pasada de 'Dulce Tentación' reeditó el éxito de las de antaño. Desde las Cortes informaron al cierre del mercado que habían pasado por el vestíbulo alrededor de 10.000 visitantes con un gasto aproximado en repostería monacal navideña de unos 46.000 euros. Una recaudación, destacaba, que se iba a destinar al cuidado y mantenimiento de patrimonio cultural y artístico de los monasterios y conventos participantes.

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