Luis Tudanca y Patricia Gómez Urbán, junto al escaño vacío de Ángel Hernández. Miriam Chacón-Ical
Castilla y León

La detención del procurador del PSOE Ángel Hernández sobrevuela un Pleno tenso

Mañueco afea a Tudanca que pregunte «precisamente hoy» si la Junta da buena imagen de la comunidad autónoma tras el arresto de su número 3 por el protocolo de violencia de género

Antonio G. Encinas

Valladolid

Martes, 6 de febrero 2024, 19:37

Las preguntas de sesión al Gobierno se registran unos días antes. En las Cortes de Castilla y León ya se sabía que Luis Tudanca, jefe de la oposición, iba a preguntar en primer lugar a Mañueco: «¿Cree que su Gobierno está dando una buena imagen ... de la comunidad autónoma?». No hacía ni tres horas que el propio Luis Tudanca había tenido que dar una rueda de prensa breve para anunciar que el PSOE esperaba que Ángel Hernández, número 3 del grupo parlamentario, del que es secretario general, «dimita de todos su cargos» en el partido tras haber sido detenido en aplicación del protocolo por violencia de género. No es un parlamentario más. Había adquirido galones tras la salida de otra soriana, Virginia Barcones, rumbo a la Delegación del Gobierno (y posteriormente, a Madrid). Tudanca confiaba en él y se desayunó, en día de Pleno y con la tractorada provocando que llegara más tarde de lo previsto a las Cortes, con su detención por parte de la Policía Nacional. Una llamada al 091 había alertado de que había gritos y golpes en la puerta de una vecina. En palabras de la Delegación del Gobierno: «Una situación en la que se estaban produciendo golpes repetidos y gritos en la puerta de su domicilio». Ángel Hernández fue identificado y detenido y precisó de «asistencia sanitaria debido al estado de nervios en el que se encontraba», explican las mismas fuentes.

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Alfonso Fernández Mañueco aprovechó esta situación para hurgar en la herida política en su primera respuesta. «Vaya día para hacer esa pregunta», replicó con tono grave. «Pensé que la iba a retirar». Y un envite: «Castilla y León está con las mujeres y como presidente de Castilla y León condeno todo tipo de ataque de violencia machista». A su lado, Juan García-Gallardo, que se había pronunciado por Twitter. «Condeno rotundamente toda forma de violencia. Por supuesto también la que se ejerce contra las mujeres. Espero que la pareja de Ángel [Hernández] sera protegida de cualquiera tipo de agresión. Espero también que ambos tengan un juicio justo, aunque él no lo merezca, por hipócrita». Esa andanada era un resarcimiento de todas las ocasiones en que el PSOE se ha referido a él como negacionista de la violencia de género.

En Vox, sin caer en celebraciones extemporáneas, se atenían en los corrillos a tres palabras: «presunción de inocencia». No tanto por el caso del parlamentario socialista como porque entienden que la detención de Hernández por aplicar el protocolo de violencia de género refuerza sus tesis contra estas leyes que consideran discriminatorias hacia los hombres.

Alfonso Fernández Mañueco, durante su intervención. Miriam Chacón-Ical

En el hemiciclo, la ausencia de Ángel Hernández era más que patente. Luis Tudanca, Patricia Gómez Urbán, asiento vacío y Nuria Rubio. En la alineación, un agujero. Y esa falta sobrevoló el debate, por más que para Mañueco terminó en el primer envite. Pasado el primer lance, decidió apostar por la respuesta que traía preparada para la cuestión. Presumir de educación, sanidad y dependencia. De las cifras del paro en Castilla y León. Y de Sánchez, claro, embutidos todos en Castilla y León en el traje electoral gallego. «Usted, cuando se mira en el espejo, ve a alguien perdido, sin rumbo, desorientado, ninguneado por los suyos y no hace más que aplaudir los desmanes del señor Sánchez, blanquear a los terroristas, atacar a los jueces, retorcer la Constitución española. Ustedes hacen mucho daño a las personas de Castilla y León y a los españoles».

A Tudanca, sin embargo, la primera andanada le tocó. Y la respuesta fue una confrontación de casos para destacar la «ejemplaridad» impuesta por el PSOE. Ejemplaridad que ha aplicado a Hernández para invitarle a dejar sus cargos antes de que el partido le destituya. «Cuando cometemos errores asumimos responsabilidades, no como usted, señor Mañueco, que salió de aquí haciendo una peineta a una procuradora sin pedir siquiera disculpas», replicó. «Ustedes, durante este tiempo, han tenido a un concejal de Vox en Palencia que ha agredido a una persona con discapacidad y ahí sigue sin dimitir. Han censurado un concierto por la paz en Gaza. Su alcalde de Ponferrada ha vetado la grabación de una película sobre Nevenka en Ponferrada. Ni uno solo de esos ha dimitido ni ha asumido responsabilidades», incidió.

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El suceso protagonizado por Ángel Hernández finiquita, en todo caso, su periplo político en el PSOE. En el grupo parlamentario son conscientes de ello. Precisamente ocurre en el momento en el que se avecinaban cambios en la estructura autonómica del partido -que se anunciarán el viernes-, y en el grupo parlamentario. En la candidatura del 13F de 2022, el número 2 por Soria lo ocupaba Judit Villar, que sería quien ocupara su plaza si Hernández abandona también el puesto de procurador. A ese respecto le preguntaron a Luis Tudanca, que excusó responder y que trató de explicar que la dimisión del procurador, que espera que se produzca, «no prejuzga la responsabilidad jurídica o legal que pueda tener». Se trata, dijo, de una cuestión «de ejemplaridad».

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