Los dermatólogos constatan un aumento de lesiones en la piel por la mascarilla

Son indispensables para prevenir contagios, pero también pueden causar daños en la piel. Cada vez son más los que sufren sensibilidad, irritación, ardor o quemazón derivadas de la humedad y de la fricción por el empleo continuado de estos protectores. Las molestias, que se acentúan con el calor y el sudor, normalmente aparecen en el puente nasal y detrás de las orejas.

Según el doctor Gerardo Martín Martín, dermatólogo en los hospitales Recoletas Felipe II de Valladolid y Recoletas Segovia, han aumentado las consultas de personas con problemas dermatológicos en el área peribucal. «Las reacciones se dan principalmente en las pieles más sensibles, con rojeces o muy secas, y que se asocian a pacientes con patologías previas leves o pocos brotes que se han exacerbado con el uso de la mascarilla. Las más frecuentes son dermatitis seborreica, rosácea, acné, dermatitis atópica y la dermatitis perioral asociada a un uso excesivo de maquillajes, limpiadores y cosméticos en general. En menor medida nos estamos encontrando pacientes sin problemas previos en la piel que acuden con dermatitis de contacto irritativa a causa de la mascarilla», indica.

En el mercado hay dos tipos de mascarillas: las quirúrgicas y las de protección respiratoria. Las primeras, que son las más demandadas, filtran el aire que se exhala. Las segundas filtran el que se inhala del exterior, reteniendo todo tipo de partículas, bacterias o virus. A más nivel de protección y ajuste, más roce y más irritación. El calor, el sudor y el propio aliento son los causantes de la mayoría de estas lesiones cutáneas.

«La humedad del vapor de agua nos genera más irritación, y la fricción produce más inflamación de las patologías previas», dice el doctor Martín. «El efecto oclusivo es lo que más irritación genera y se produce con cualquier tipo de mascarilla ya que si no, no estaría cumpliendo su función. Lo que hay que hacer es descansar de su uso en los momentos en los que no sea necesaria. En esos intervalos es conveniente utilizar crema hidratante acorde al tipo de piel y las patologías previas. Con eso podremos prevenir daños mayores. En caso de lesiones, lo recomendable es acudir a un especialista. Prácticamente todas las patologías tienen una crema cosmética recomendada», incide.

María Luisa Villar, dermatóloga vallisoletana con 28 años de experiencia, también ha notado un notable incremento de pacientes por problemas en cara y labios asociados al uso de tapabocas. En su opinión el tipo de mascarilla idónea dependerá de la situación anterior. «Si no tienen patología en principio pueden usar cualquiera, pero aquellos con problemas dermatológicos previos deberán evitar las FFP2 y FFP3, salvo que sean personal de alto riesgo, porque son las que más oclusión producen. Así pues, recomiendo el uso de las quirúrgicas o las de algodón, que transpiran más. Para los niños las más recomendables son las de algodón 100%, que son las menos irritantes, ya que tienen una piel muy fina», aconseja esta doctora.

La dermatóloga está tratando asimismo numerosas patologías labiales. «He detectado un aumento importante de queilitis, es decir, inflamación de la mucosa labial, producida claramente por el roce y oclusión», informa. Para estos casos recomienda «manteca de karité pura varias veces al día, para proteger los labios, y en la cara, en la zona cubierta, un gel crema lo más fluido posible. Para los atópicos, cremas específicas sin perfumes. «El maquillaje está totalmente contraindicado ya que empeora toda la patología anterior y si no la hay, puede producir acné retencional», puntualiza.