Castilla y León

Las cuidadoras de menores con discapacidad piden la compatibilidad de prestaciones

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«Familias que, ante la opción de ingresar a sus hijos en un centro residencial y apartarse de estos, optan por tenerles cerca y cuidarlos en el entorno familiar, prestándoles una afectividad fundamental en esa etapa tan importante de su vida», como ellos mismos se definen.

Así reclaman la compatibilidad de prestaciones. Explica su presidenta, Yolanda de la Viuda, en la documentación enviada al Ministerio de Derechos Sociales, que la Ley de Dependencia en vigor reconoce la ayuda económica de cuidados en el entorno familiar y apoyo a cuidadores no profesionales cuando una persona en situación de dependencia está siendo atendida por su casa. Con el reconocimiento de la figura de las personas cuidadoras no profesionales y su inclusión en la Seguridad Social «se dio un paso importante para visibilizar una situación en que se encontraban las personas que optan por ser ellas las que les cuiden a costa de muchos sacrificios». Sin embargo, cuando sus pequeños cumplen la mayoría de edad dejan de estar escolarizados y, por lo tanto, pasan a ser atendidos en los Centros de Día públicos o a través de otros servicios financiados a través de prestaciones económicas, para que reciba los tratamientos más adecuados a sus características, lo que supone la pérdida de la prestación de cuidados en el entorno familiar, al ser incompatibles. Sin embargo, defienden, las necesidades en el entorno familiar siguen inalterables.

Asimismo piden el refuerzo de las ayudas en el entorno doméstico cuando una familia decide encargarse en casa de su persona con discapacidad y dependencia y no internarla en un centro residencial. Cuando se opta por la esta opción «desde las instituciones deben facilitarse todos los medios para hacer posible que los padres que por amor a su hijo deciden cuidarlo ellos, pueda ser posible. La primera consecuencia es que el padre o la madre (a parte del golpe psicológico que supone enfrentarse a una situación no prevista), tienen que dejar de trabajar, generalmente es la madre, pues los cuidados que tiene que prestarle son de 24 horas al día, siete días a la semana. Asimismo, es necesario indicar el importante número de casos en los que la familia termina siendo monoparental como consecuencia de las roturas que se producen en muchas parejas. A medida que el niño crece, los esfuerzos físicos que realiza van en aumento, lo que genera un deterioro físico y cognitivo de la persona cuidadora», apuntan. Y añaden que la asistencia a centros escolares «no supone que disminuya la dedicación, en la medida que el resto de las horas del día, y de la noche, continúan los cuidados que tienen que prestar. Todo ello compatibilizado con ingresos hospitalarios y asistencias a consultas médicas». Por todo ello, estos padres reivindican un refuerzo de este tipo de prestaciones.

Y relacionado con ello su tercera alegación es la de la inserción laboral de estas cuidadoras –casi siempre son mujeres– no profesionales de personas en situación de dependencia. Con carácter general, indican, «la inserción en el mercado laboral después de dedicar la mayor parte de su vida a cuidar a sus allegados, al fallecer la persona en situación de dependencia, tiene muchas dificultades, dado que generalmente tienen una edad que lo hace más difícil». Por ello, «es necesario que se articulen un conjunto de medidas que favorezcan su acceso a un empleo, a la vez que se eviten que después de haber dedicado su vida a prestar una atención centrada en la persona que han cuidado, se encuentren en una situación de total desamparo. Por lo que aparte de que se les facilite un reciclaje profesional, en tanto puedan obtener un empleo, se le facilite el acceso al subsidio por desempleo».

Así esta asociación castellano y leonesa ha aportado estas medidas en el periodo de consulta previa con la esperanza de que sean recogida en la actualización normativa y este miércoles protagonizaron una movilización en defensa de la misma en las puertas del Ministerio de Derechos Sociales y Agenda 20230 en Madrid.