La psicóloga Sandra Cuevas. Ramón Gómez

«En la consulta escucho mucho decir que ver un partido de fútbol sin apostar no tiene emoción»

Sandra Cuevas, psicóloga de Ajupareva, alerta del creciente riesgo de las apuestas de portivas 'on line' y el perfil de jóvenes que predomina entre los adictos

Jesús Bombín

Valladolid

Domingo, 11 de octubre 2020, 08:01

Las apuestas deportivas y el poker 'on line' emergen con fuerza como gran desafío en la lucha contra la adicción al juego. El perfil tradicional de personas de mediana edad, frecuentadores sin control de casinos, salas y máquinas recreativas de bares ha dado paso a ... jóvenes enganchados a modalidades de juego que gozan de tolerancia social dulcificada por el bombardeo publicitario que rodea a los partidos de fútbol televisados y del respaldo de grandes figuras del deporte a las casas de apuestas.

Publicidad

«La ludopatía lleva muchos años haciendo daño, pero ha irrumpido la modalidad 'on line' que está atrapando a chavales con 13, 14 y 15 años y es dramático; son menores pero burlan los controles al apostar con el móvil usurpando el DNI de padres, hermanos o familiares. Así eluden la prohibición de jugar, lo que está provocando un daño tremendo, con consecuencias dramáticas en su vida y en la de sus familias». Al trato directo con enganchados al juego y los devastadores efectos en sus vidas se entrega la psicóloga Sandra Cuevas. En su despacho de la sede de Ajupareva en la Avenida del Valle Esgueva escucha testimonios directos de un fenómeno ante el que sucumben nuevas víctimas en un clima de complicidad social apoyado por figuras del deporte que prestan su imagen al negocio de las apuestas. «Se considera una forma de ocio que se está normalizando, cada vez más gente cae en el juego 'on line'. Hay chavales que empiezan jugándose la paga semanal en compañía de amigos y el problema se agrava cuando comienzan a hacerlo en solitario y con cantidades más grandes para intentar recuperar lo perdido».

La inmediatez para hacer la apuesta y ganar dinero convierte a los juegos de azar a través del móvil o de cualquier otro dispositivo electrónico en un peligro fuera de control. «Suponen la posibilidad de ganar dinero en el momento a bajo coste; eso los hace muy accesibles a los más jóvenes, de hecho hay estudios que apuntan a que uno de cada diez menores de 18 años juega 'on line'», explica la psicóloga. En su consulta el paciente tipo que más predomina en el último año tiene que ver con un perfil llamativo: «Chavales formados, estudiantes o trabajadores con formación en Económicas, o Administración y Dirección de Empresas que creen que por dominar cuestiones de estadísticas y probabilidades conectadas con el mundo del fútbol se entregan al juego olvidando que está regido por el azar».

'Ver un partido de fútbol sin apostar no tiene emoción' es una de las frases que más escucha en su consulta cuando pregunta a los chavales por qué juegan. «Esa idea es indicativa del peligro del fenómeno al que nos enfrentamos»,

Publicidad

Las consecuencias de la adicción conjugan la anestesia emocional con el sentimiento de culpa, el descalabro económico, fracaso escolar y el deterioro relacional del entorno más cercano. «Las familias llegan aquí destruidas», alerta Sandra Cuevas.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

0,99€ primer mes

Publicidad