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Daniel, ante una ventana de la sede de Ajupareva, en la Avenida Valle Esgueva de Valladolid. Ramón Gómez
«En un día gasté 3.000 euros en una máquina tragaperras; luego robaba para jugar más»

«En un día gasté 3.000 euros en una máquina tragaperras; luego robaba para jugar más»

Daniel T., Ludópata y recluso en la cárcel de Valladolid, cuenta su lucha de años por abandonar la adicción al juego

Jesús Bombín

Valladolid

Domingo, 11 de octubre 2020, 08:01

Entre el sonido de una máquina recreativa vomitando monedas y una celda hay menos distancia de la que socialmente se intuye. Ese recorrido lo ha cubierto ya Daniel a sus 35 años. Camarero, albañil, ahora preso en el centro penitenciario de Valladolid, cumpliendo desde 2015 ... nueve años de condena por robos con fuerza. Todo para conseguir dinero con el que seguir jugando ante las máquinas tragaperras que acababan devorando el botín logrado en robos en casas, coches, atracos. Pulsando la tecla de colores una y otra vez ante una melodía que para él era una ruta hacia el abismo. «Empecé muy pronto, jugando en bares con 13 o 14 años; primero con amigos, después solo. Iba siempre con gente mayor que yo, quería aparentar que estaba a su altura pero no era así», cuenta en la sede de la Asociación de Jugadores PatológicosRehabilitados de Valladolid (Ajupareva), durante su segundo permiso penitenciario.

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