El coche medio comprado en Castilla y León cuesta 2.100 euros más que en 2022

Atrás han quedado los tiempos en los que el coste medio de los automóviles que compraban los conductores de las comunidad costaban una media de 18.000 euros. No tan atrás, ya que ese era el precio de 2019, según los registros de la Agencia Tributaria. Un 24% menos. También hay que tener en cuenta que hace cuatro años, la emisión media de CO2 de los vehículos vendidos era de 125 gramos por kilómetro, mientras que en la actualidad se ha reducido hasta 52.

Los ciudadanos de la comunidad han comprado en los nueve primeros meses de este año 16.687 turismos y todoterrenos, el 12,9% más que en el mismo periodo del año pasado. De ese total, 6.568 eran híbridos, casi todos sin enchufe (apenas 47 enchufables). Las versiones que combinan baterías con motores de combustión se han incrementado el 30,4%. En cuanto a los eléctricos, las cifras son todavía muy modestas: 745 unidades, con crecimiento del 41,3%. Además, los concesionarios han vendido 2.167 coches a gas, el 48% más. Una simple operación matemática pone de manifiesto que las ventas de gasolina y diésel suponen este año 7.207 unidades, frente a las 9.480 del resto de versiones, es decir una relación de 43/57.

La compra de los coches con nuevas motorizaciones está subvencionada con las ayudas del Plan Moves III, que varían en función del vehículo adquirido y de si se entrega un coche antiguo para achatarrar o no. El incentivo máximo es para los eléctricos y asciende a 7.000 euros, (4.500 sin retirada del viejo), mientras que para los híbridos enchufables es de 5.000 o 2.500 euros, respectivamente.

Estas ayudas directas, para particulares y autónomos, se incrementan en un 10% para taxistas y conductores de VTC; personas empadronadas en municipios de menos de 5.000 habitantes y personas con movilidad reducida. El Plan Moves III, de fondos europeos, dispone de 1.200 millones de euros de los que se han transferido unos 900 millones a las comunidades autónomas.

Hay que tener en cuenta, no obstante, que si se quiere comprar un eléctrico conviene tener la totalidad del dinero por adelantado. Las patronales de fabricantes y de concesionarios llevan años reclamando que se habilite un mecanismo directo, pero la realidad es que hay que esperar a que la Administración vaya a su ritmo. La Consejería de Economía y Hacienda cuenta en este momento con 5.600 solicitudes de subvención, de las que ha resuelto hasta la fecha el 32%.

Volviendo a los datos de la Agencia Tributaria, los 23.722 euros que cuesta el coche medio vendido este año en la comunidad se convierten en 23.466 euros si el vehículo es de gasolina; en 23.646 si es diésel y en 25.892 euros para el resto. Es decir, la etiqueta 0 tiene un sobreprecio de al menos el 10%.

Los registros de la DGT permiten conocer que de los 1,36 millones de turismos que hay en circulación en Castilla y León a fecha de agosto, más de 800.000 son diésel (58%). Los eléctricos suman 3.479 (lo que supone el 0,25%). Son más los que se mueven con gas licuado del petróleo (4.205); mientras que el 41% están enmarcado en el epígrafe de gasolina, que incluye los híbridos.

En cuanto a cómo le está sentando la transición a las marcas, los resultados son los siguientes, al cierre de septiembre, según la patronal de fabricantes (Anfac) y en el caso de la provincia de Valladolid: la de mayores ventas es Renault, con 708 unidades (de un total de 4.019); seguida de su filial Dacia, con 405. La primera crece el 59% y la segunda, el 24%. La mayor incremento, sin embargo, es MG, de origen británico y actual propiedad del gigante estatal chino SAIC Motor, con un aumento del 332%, hasta las 242 unidades vendidas. El 206% crece Tesla, con 46 coches matriculados este año.

Los coches fabricados en China, con marcas como MG, BYD, Omoda Polestar o Nio, pueden alcanzar el 20% de las matriculaciones nuevas en España en 2033, ya que en la actualidad cuentan con 3,7% del mercado y en dos años podrían llegar hasta el 10%, según estima un estudio realizado por el portal Coches.net. La pasada semana, la Comisión Europea iniciaba formalmente una investigación contra China por las ayudas ilegales que concede a la producción de vehículos eléctricos, ya que lo considera una práctica desleal que distorsiona el mercado de la Unión Europea y que de probarse una vez concluya, abriría la puerta a imponer derechos antisubvenciones.

Mientras, fabricantes europeos como Renault o Volkswagen han metido la directa para poner en el mercado coches eléctricos en el entorno de los 20.000 euros para 2024. ¿Será entonces cuando empiece a hacerse realidad la proclama de Luca de Meo, el CEO del Grupo Renault, de que es preciso «crear vehículos eléctricos al alcance de un público más amplio porque la democratización de la movilidad sostenible es clave si se quiere proyectar hacia el futuro?».