Cinco consejos para salir a la montaña y no acabar en un rescate

El calendario entra en la época invernal de salidas al monte y a la montaña. La semana festiva de la Constitución y la Inmaculada actuó de pistoletazo de salida y abrió una etapa en la que «se triplican las salida a la montaña» con respecto a los fines de semana de otras fechas. Los responsables de Agencia de Protección Civil de Castilla y León animan a «adoptar actitudes y conducta responsables para la seguridad de cada individuo, sus familia y bienes». Y a convertir en rutinas pautas muy claras antes de salir al monte, que se pueden aglutinar en cinco áreas.

El primer paso para evitar tropiezos es planificar la salida, con horarios holgados, material apropiado y una consulta imprescindible de las previsiones meteorológicas. «Hay que informarse bien de la predicción meteorológica y del riesgo de aludes, porque las bajas temperaturas pueden provocar problemas de hipotermia en el caso de tener que detenerse por algún incidente», remarcan desde la Agencia de Protección Civil y Emergencias de Castilla y León.

Es importante dejar dicho dónde se va y qué ruta se piensa seguir, además de buscar acompañamiento. «Nunca ir solos». Es otra premisa básica de unas recomendaciones, que aconsejan «si se tiene oportunidad, recibir formación para conocer mejor la técnica de montaña».

Una indumentaria adecuada de montaña ayudará a sobrellevar mejor el riesgo de las bajas temperaturas, de la nieve, la lluvia o el viento. No deben faltar en la mochila prendas impermeables, ropa de relleno térmico, gorro, guantes y un buen calzado. A eso hay que añadir equipamiento, como crampones, piolet y casco. Esos materiales son necesarios también en salidas con raquetas de nieve si el itinerario incluye laderas.

Hay que usar mapa, brújula o, mejor, un GPS. Esto será de gran ayuda para volver a la ruta en caso de pérdida o para pedir auxilio y orientar a los equipos de rescate. Es más que conveniente llevar un pequeño botiquín, además de manta térmica y frontal. Y «tener a mano, no en la mano, el móvil para poder llamar al teléfono de emergencias 1-1-2» en caso de necesitar un rescate.

Este consejo no está de más. Los días son más cortos en esta época del año y hay menos horas de luz, algo a tener en cuenta para completar recorridos con nieve o con una ropa que puede alargar los tiempos. Hay que guardar fuerzas para el regreso y «si es preciso, saber renunciar». Si la visibilidad disminuye por la niebla, hay que parar de caminar, hasta que levante. No hacerlo es un abono seguro a la desorientación y a convertirse en protagonista de un rescate más complicado.