Castilla y León incrementa el consumo de antibióticos al repuntar las infecciones respiratorias
Tras siete años de descenso con el plan de su uso racional, aumentan las recetas al crecer la exposición a los gérmenes tras la covid
Castilla y León, al igual que España, vuelve a consumir más antibióticos. Este incremento parece temporal y la previsión es que su empleo remita de ... nuevo y se recupere la senda del descenso de su prescripción. Este puntual aumento no cuestiona el plan del uso racional, que resulta eficiente puesto que los datos analizados en un plazo amplio así lo ratifican, pero la pandemia irrumpió en toda la asistencia de forma abrupta y también lo hizo en el consumo de estos fármacos rompiendo la tendencia descendente. Y no fueron los peores años precisamente los de la covid, sino este último 2022, cuando la pandemia ya ha perdido su presencia. Incluso se han eliminado las mascarillas hasta en hospitales.
Y ha sido precisamente por ello, por la mayor exposición a bacterias al retirarse la obligación de los tapabocas en colegios, centros de ocio, laborales, hostelería... y con la recuperación de las relaciones sociales por lo que se han recuperado los contagios tras años sin exposición. Este pasado invierno, las infecciones respiratorias ganaron un inusual protagonismo tanto en niños como en adultos y tal repunte provocó el alza de su empleo. Además, se produjo tras un brusco descenso en los dos años potentes del covid, 2020 y 2021, porque un menor acceso al médico lo fue también a la receta. Y aunque el coronavirus ha llevado aparejado un importante empleo de los antibióticos – no siempre, solo en casos de miedo a las complicaciones– como el de la azitromicina que fue mucho más prescrita de lo habitual, el uso de antiobióticos descendió en época covid, apuntan fuentes sanitarias.
Castilla y León consumió el año pasado más de 1,5 millones de envases de medicamentos antibióticos
Los antibióticos bajaron sus ventas un 14% en la pandemia en toda España y en 2022 crecieron un 7%. Son datos de la Federación Empresarial de Farmacéuticos. Su Observatorio del Medicamento, que se refiere sólo a los fármacos con receta dispensados en farmacia, muestra que la venta de todos los medicamentos en general subió un 5% el año pasado, «algo que se puede explicar por la progresiva vuelta a la normalidad de las consultas de Atención Primaria, donde se recetan buena parte», apunta el informe.
Dispensación en la región
Los datos de Castilla y León son un buen testimonio de todo esto. El desarrollo del plan del uso racional del antibiótico ha logrado una gran reducción de su empleo con la sola excepción del citado bache de 2022. No obstante, y pese al alza, el año pasado no llega a recuperar los elevados datos prepandémico. En una comparativa con 2019, se mantiene aún el descenso, solo muestra un repunte comparado con los dos años de pandemia. Así que Castilla y León registró una caída de consumo del 35,5% en 2020 y ahora un crecimiento del 23%. Pero desde 2014 hasta el cierre del ejercicio pasado, hay un decrecimiento del 16,26%. En 2022, el consumo de envases, según datos de receta de Sacyl, fue de 1.590.113 envases frente a 1.295.507 de 2020 y a 1.223.756 de 2021. Pero es que en 2019 fue de 1.724.099 tras experimentar un descenso de 125.858 envases en dos años, y mucho mayor desde que se implantara el plan en 2014. El gasto ascendió el año pasado a 11.427.767 euros, más de dos millones menos que en 2017, según los datos facilitados por la Dirección de Farmacia de la Consejería de Sanidad.
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Los antibióticos son medicamentos para el tratamiento de las infecciones por bacterias. Desde el inicio de su empleo, a partir de las primeras décadas del siglo XX, han permitido tratar y controlar numerosas infecciones, permitiendo mejorar la supervivencia y calidad de vida de millones de personas. Sin embargo, la utilización inadecuada, la automedicación, también constituye una seria y creciente amenaza para la salud pública en la actualidad, por contribuir a la aparición de nuevas bacterias resistentes. Es fundamental el uso racional de estos medicamentos, para que en el futuro no haya que lamentar la pérdida de buena parte de su utilidad.
El menor acceso al médico, y a la receta, provocó una drástico descenso del uso de fármacos en época covid
Grupos de trabajo autonómicos y con el Ministerio de Sanidad diseñaron los programas de optimización de uso de antibióticos (PROA) con desarrollo en varios ámbitos. En la sanidad humana tanto en hospitales como en Atención Primaria.
«El consenso es internacional y la resistencia de los antibióticos se considera uno de los diez problemas más relevantes de salud», explica Rufino Álamo Sanz, jefe de Servicio de Información de Salud Pública de la Junta. «Es importante –añade– entender esto bajo el concepto de una 'sola salud' (One health), coordinar la sanidad humana, la animal y la calidad medioambiental».
Las pruebas para discernir si hay una causa vírica o bacteriana son la gran herramienta para evitar prescripciones innecesarias
Las actuaciones, en este sentido, «han dado un giro espectacular –apunta este especialista veterinario– un paso importante fue dotar de herramientas para el diagnóstico rápido que permite descartar el origen vírico de una enfermedad para desechar la prescripción de estos fármacos que, en esos casos, no servirían de nada.Los pediatras ya cuentan con técnicas para ello y es importante porque el 80% de los casos no son bacterianos y esto ayuda mucho a reducir su empleo».
Otro punto importante, describe Rufino Álamo, «ha sido el diseño de las guías de tratamiento. Castilla y León tiene toda una red disponible en este sentido y han sido elaboradas por los propios médicos en diferentes grupos de trabajo según el tipo de patologías. Permite contrastar experiencias y emplear el fármaco más efectivo, en el momento adecuado y solo cuando haga falta, cuál y para qué germen. Esto es muy valioso y tienen acceso todos, desde el móvil incluso. También el Sistema Nacional de Salud tiene sus propias guías. Estos consensos evitan dudas y permiten dejar cierto tipo de fármacos para los casos más graves.
La Odontología y la sanidad privada, los nuevos objetivos para reducir los antimicrobianos
«Hay todavía mucho margen de mejora», apunta Rufino Álamo Sanz, jefe de Servicio de Información de Salud Pública de la Junta. Además de mantener activas las campañas y la formación continuada – «que son fundamentales»– y de revisar, lo que se hace periódicamente, las guías clínicas, la principal asignatura pendiente del plan «es implementarlo también en las consultas de Odontología, que suponen un 10% del consumo, y también en la sanidad privada», añade Álamo.
«Ya contamos, y es una importante novedad, con una red de vigilancia con dos laboratorios de Microbiología en el Hospital Río Hortega de Valladolid y en el complejo de Burgos, ambos desarrollan investigación microbiana para conocer qué gérmenes provocan resistencias. Luego esto permitirá en las reuniones periódicas que se mantienen al respecto reorientar su uso, hay grupos de trabajo de optimización interdisciplinar y también exigencias de acreditación», apunta este especialista.
El plan arrastra recorrido y tiene un largo recorrido por delante y no solo en España sino que tiene una implantación europea. Y es que, según datos del Ministerio de Sanidad, «entre el 40% y el 50% de las prescripciones de antibióticos que se realizan hospitales y centros de salud de España son inadecuadas, a lo que se une que el 5% de la población reconoce la automedicación, y aún un 36% de la misma piensa, equivocadamente, que los antibióticos curan el resfriado y cuando les sobra de una vez anterior la reutilizan en el futuro sin indicación facultativa».
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