Castilla y León hará test de antígenos masivos en Aranda, Miranda y San Andrés del Rabanedo

La responsable autonómica en materia sanitaria ha informado de que cuentan con 300.000 unidades de pruebas de antígenos con las que van a poder iniciar la realización de test generalizados, en principio, en Aranda de Duero, Miranda de Ebro y San Andrés del Rabanedo. Son localidades de ámbito urbano, de más de 20.000 habitantes, en las que el rastreo se desvela inútil en más de la mitad de los casos. Esa baja trazabilidad de los positivos es lo que marcará las campañas de rastreo amplio. Es ahí cuando la labor de los rastreadores para acotar los brotes resulta ineficaz.

El vicepresidente Igea ha anunciado de que desde la Consejería de Fomento y Medio Ambiente se va a tramitar por vía de urgencia un contrato de adquisición de otras 200.000 unidades de test. El cambio en la estrategia autonómica se asienta en el nuevo criterio de la Organización Mundial de la Salud (OMS), que ha reconocido la validez de los test de antígenos para la detección de personas sin síntomas.

La consejera de Sanidad ha avanzado que valoran la posibilidad de ampliar esas campaña generalizadas de pruebas de detección masiva a las ciudades de Burgos, León y Salamanca, porque se acerca a ese índice del 50% de pérdida del control del origen de los contagios.

Se trata de una de las nuevas estrategias de la comunidad para frenar los contagios en las localidades en las que más preocupa el alto índice de incidencia y que no se puedan seguir los contagios y se realizarán estos test masivos tras detectar la Organización Mundial de la Salud, la OMS, que los test de antígenos de segunda generación también sirven para detectar los casos asintomáticos, y no sólo los sintomáticos, como ocurría hasta ahora.

La consejera Verónica Casado ha argumentado que la trazabilidad funciona bien si está por encima del 70%. Si baja del 50% es la señal de que se «perdiendo el vínculo epidemiológico».

Los responsables autonómicos han avanzado que va a comenzar un nuevo estudio de seroprevalencia a partir del 16 de noviembre, con el que se persigue saber cuánta población tendrían anticuerpos por haber superado la infección por covid. Ese dato ayudará, ha apuntado Casado, a tomar decisiones en la segunda ola de la pandemia. El primer estudio serológico detectó que alrededor de 6,9% de la población de Castilla y León tiene anticuerpos.

«Estamos trabajando para evitar el confinamiento», ha remarcado el vicepresidente de la Junta. Tanto Igea como Casado han reiterado que hasta que no valoren desde el Gobierno autonómico la efectividad de las medidas actualmente en vigor (toque de queda, confinamiento perimetral de la comunidad y las que entran en vigor a partir de esta medianoche de cierre de bares y restaurantes, centros comerciales y gimnasios) no está previsto endurecer restricciones ni de actividad ni de horario ni de movilidad, descartando confinamientos provinciales o locales.

Los responsables de la Junta han hablado de un plazo de unos 10 días y han dejado entrever que el toque de queda está siendo efectivo, pero no se va a levantar el próximo día 9, porque la situación presenta un ligero alivio, pero la incidencia autonómica está por encima de los 800 positivos por 100.000 habitantes en 14 días. Eso es nivel 4 y riesgo extremo. Para bajar un escalón, al nivel tres, hay que reducir el número de positivos por debajo de los 240.