Castilla y León ya tiene sus cuatro galgos para la final del campeonato nacional

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Miguel Á. Rochas

El primer subgrupo, celebrado en Aldeaseca, enfrentó a El Montalvo y La Rabona. La primera liebre que disputó esta collera se alargó hasta los 2:59, con punto rojo para el primero. Tras los 45 minutos de descanso pertinente, se disputó una carrera de 1:26 con dos pañuelos blancos para Esquima de Jimena y uno rojo para Tapa de Macejujo y, por tanto, suponía el empate de la collera. Los propietarios de Esquima solicitaron la intervención del veterinario y después de revisar al animal, determinaron que no estaba apta para seguir compitiendo, por lo que la retiraron de la competición. Todo ello suponía la clasificación del club salmantino para el Nacional.

Hubo otra collera con un triste final, la del subgrupo II que enfrentó a El Tariego con Tuta. A primera hora, enganchaban en el mítico corredero de Pedro Zaera, El Chucho. Una liebre de 1:18 segundos le daba la victoria con tres pañuelos blancos a la perra salmantina de collar blanco. Sin embargo, poco les iba a durar la alegría a sus propietarios, ya que de nuevo el veterinario tuvo que intervenir y, tras localizar una lesión disfuncional en una de sus extremidades, no le quedó otro remedio que retirar a la galga que tenía punto ganado, dejando el camino al Nacional a su compañera de traílla, Marisma de Pérez Valentín. De esta manera, el pueblo zamorano de Fuentelapeña consiguió por primera vez el billete para el Nacional.

Por el subgrupo también en El Chucho corrían los clubes La Castellana y Lerma Mulas. En esta primera carrera, que fue nula de 52 segundos, la representante de la Castellana ya mostró cierta debilidad, posiblemente por una antigua lesión. Tras el descanso pertinente, corrieron una buena liebre de 1:49 en la que el fallo de los jueces era unánime. Punto blanco para la perra salmantina de Lerma Mulas y descalificación a la representante de L Castellana por abandonar la persecución.

En el subgrupo IV, celebrado en Astudillo, se corrieron la final La Alegría y La Magdalena. No falló de nuevo el mítico corredero abulense de Astudillo, donde se han escrito un buen número de las mejores páginas galgueras. Al poco de ponerse en mano, las dos galgas negras zamoranas se batieron el cobre con una buena liebre de 1:57 que hizo las delicias de los allí presentes y que, con tres pañuelos blancos, le daba el primer punto a la perra de la Magdalena. Tras su descanso, la mano volvió de nuevo a la carga y en muy poco tiempo disputaron una carrera en la que, desde que se juntaron, tuvo una duración de 3:05 y en la que Calima se mostró superior a su rival y consiguió en esta ocasión tres pañuelos rojos a su favor, consiguiendo el empate. Por tercera vez en las finales, el veterinario tuvo que intervenir y tras revisar funcionalmente a Espabilada II, decidió por el bien del animal retirarla de la competición y darle por ende el pase al Nacional a la galga Calima de Pérez Valentín.