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No se avecina buena época para ser consejero de nada, pero menos de Hacienda. El coronavirus ha arruinado en apenas un mes los ingresos ... de la Junta y desbordado los gastos. Lo reconoce Carlos Fernández Carriedo (Monzón de Campos, Palencia, 1963) que tiene la llave de la caja autonómica. Veterano de la cosa pública –es funcionario, empezó su carrera política como director general de Presupuestos en 1995 y ha ejercido de consejero de Sanidad y Bienestar Social, Medio Ambiente, Empleo, portavoz de la Junta y del PP en las Cortes, hasta hoy, que lleva la cartera de Economía y Hacienda–, la entrevista que leerá a continuación está plagada de expresiones condicionales de lo más explícitas. Si el Gobierno central, el del PSOE y Unidas Podemos, no inyecta fondos que no haya que devolver, habrá recortes. «Ahorros en partidas», en palabras de Carriedo.
–¿Cómo está la caja de la Junta?
–Nuestra situación de tesorería es mejor que la media de las comunidades de España. Estamos menos endeudados y eso nos permite asegurar el pago a proveedores en tiempo razonable. La dificultad se sitúa en cómo buscar fondos para pagar esa parte que excede lo que preveíamos gastar.
–Define usted una situación de 'sprint' de gasto, ¿en qué?
–Primero sanitario, de servicios sociales y protección civil, y una segunda línea, menos prioritaria que la anterior pero importante también, que tiene que ver con empleo y sectores productivos.
–Han aplazado el pago de tributos y habrá un descenso de recaudación por el frenazo de la actividad y el consumo, ¿tienen cuantificado el impacto del roto en los ingresos autonómicos?
–La reducción de la recaudación se está produciendo ya, porque no estamos recaudando los impuestos autonómicos. Aunque lo hubiéramos hecho, la recaudación se va a reducir. Va a haber menos compraventa de vivienda de lo previsto... Hay una reducción importante de los ingresos.
–¿Tienen estimaciones?
–No, dependerá de la duración de la crisis. La bajada de actividad afectará a los impuestos. Aún es pronto para saber la duración del estado de alarma y la intensidad del impacto. Sin despejar esas dos dudas será difícil cuantificar, tenemos ya una muy notable disminución de ingresos previstos y un escoramiento del gasto.
–Dice que es difícil hacer estimaciones de pérdida de recaudación, pero solo el IVA de un mes, el de diciembre de 2017 que reclaman al Gobierno, son 142 millones para la comunidad. Tal y como está el consumo...
–Sí, los tributos propios tienen incidencia inmediata y otros, como el IVA y el IRPF, tienen un efecto más retrasado, porque se actualizan a los dos años (el Ministerio de Hacienda ingresa cada mes una estimación que se ajusta, se liquida, con la recaudación real a los dos años).
–¿Pueden estar gastando un dinero a cuenta que luego haya que devolver porque la recaudación sea menor? Ya pasó en 2008 y 2009 por estimaciones optimistas del Gobierno de Zapatero, que el Ministerio de Hacienda descuenta a plazos a la comunidad.
–Sí, ya nos pasó entonces por un cálculo erróneo en la previsión de recaudación. Seguimos pagando esas consecuencias. Hoy gastamos sobre unas previsiones de financiación que hace el Gobierno de España, pero la liquidación definitiva será dentro de dos años. Es posible que la real sea más baja que la aportación estimada que nos hace el Gobierno.
–¿Cuánto puede aguantar el armazón autonómico de servicios públicos y de nóminas?
–Contamos con que a lo largo de este año haya cambios. Hemos pedido al Gobierno cantidades adicionales no reembolsables para financiar los gastos asociados al covid-19. Esto es una crisis sanitaria, la sanidad está transferida a las comunidades y todos los mayores recursos que puedan llegar entendemos que deben ir a quien gestiona la sanidad. Luego, el escenario de déficit se debe ajustar a la realidad. El que está en vigor es del 0,2% del PIB y es irreal. Y Europa ha acordado fondos para los estados miembros. Puede que en Italia, Portugal o Francia el gasto sanitario esté centralizado, pero no en España. Esos fondos deben llegar a las comunidades. Esperamos abordar las dificultades por esas tres vías.
–La UE plantea control sobre el uso de esos fondos, ¿debería hacer lo mismo el Gobierno de Sánchez con las autonomías si transfiere dinero o facilita deuda?
–Yo no tengo ningún inconveniente en que nos obliguen a justificar que el destino de cualquier asignación de fondos que nos llegara se aplica al covid-19. Inconveniente, ninguno. Estamos creando un sistema de contabilización diferenciada de todos nuestros gastos. Desde el punto de vista de la transparencia es bueno para ver cuánto nos ha costado esta crisis y para justificarlo ante quien sea. El hecho cierto es que lo estamos gastando.
–¿Hasta ahora cuánto llevan gastado? ¿Han concretado petición al Gobierno central?
–Concretado aún no. Ni ha acabado el tiempo de la crisis ni sabemos la intensidad de la misma y no se trata de pedir lo que ya hemos gastado, sino de lo que vamos a gastar en su conjunto. Solo en compra de suministro sanitario en China hemos gastado más de 50 millones y traído 20 aviones. No cuento que ya hay empresas de Castilla y León a las que estamos comprando, que se está gastando de más otro material sanitario, el coste de extensión de las UCI y las contrataciones de más personal. A día de hoy, no sabemos el cálculo.
–Complementan las prestaciones de trabajadores en situación de ERTE (175.401 trabajadores afectados), ¿durante cuánto tiempo podrán hacerlo y a cuántos?
–Creemos que hay que complementar y somos conscientes de que supone un coste que no tendríamos si no fuera por el Covid.
–¿Pero tienen una estimación hecha con los ERTE presentados del tiempo que podrán afrontar ese pago y la cuantía?
–No, el ERTE está asociado al estado de alarma, hemos pedido una ampliación porque muchas actividades por fuerza mayor no van a poder volver con normalidad al día siguiente del fin del estado de alarma. Es difícil hablar de costes definitivos.
–¿Llegaron a enviarle el resto de consejeros las partidas de gasto para 2020? ¿Qué ha hecho con el borrador del presupuesto?
–Lo teníamos cargado y prácticamente finalizado. El presupuesto estaba hecho sobre unas bases que, desgraciadamente, hoy no son válidas. El escenario de ingresos contemplaba una evolución positiva del PIB del 1,6%, de crecimiento. Hoy estamos hablando de una clara recesión de la actividad productiva. El cambio es radical. Y el reparto del gasto, lógicamente, no abordaba el coste importante que esta crisis va a tener.
–¿Tiene un calendario para ese presupuesto de 2020 o seguirá la gestión de la Junta amarrada a la doble prórroga del de 2018?
–Hoy estamos funcionando dándole garantía a los aspectos relacionados con la crisis sanitaria. Es la gran prioridad. El momento de hacer el presupuesto tiene una primera pregunta que es cuándo se definirá el nuevo escenario cierto de ingresos, el macroeconómico y el de gastos. Hoy es pronto para hablar de ello.
–¿Serían unas cuentas de reconstrucción?
–Las de este año 2020 deben atender a los servicios públicos que están en primera línea de la crisis. El gasto sanitario, ahí no hay reconstrucción. Es atender a personas que lo están pasando mal, con una labor de los profesionales de esa primera línea que hay que agradecer. Recursos suficientes para atender esta necesidad y luego, lo segundo, implicaría evitar el cierre de empresas. La reconstrucción sería posterior, porque muchas saldrán muy dañadas. Y el tercer factor es el impacto social. Detrás de una crisis económica puede venir una social. Nosotros consolidamos instrumentos durante la crisis que no desmantelamos con la recuperación y que están ahí. Castilla y León tiene una Renta Garantizada de Ciudadanía o la herramienta para atender situaciones de desahucio de vivienda. Habrá que fortalecerlo si vivimos circunstancias como las pasadas.
–Agradece el esfuerzo de los sanitarios, ¿cómo va a compensar la Junta el exceso de jornada y a recuperar la actividad suspendida en hospitales? ¿Tienen cálculo del coste? ¿Podrán hacerlo?
–Es difícil saber las horas hasta que no acabe esta crisis sanitaria. Tardaremos un tiempo. Hay dobles costes, de contrataciones y el del personal habitual al que por exceso de jornada haya que reconocerle ese esfuerzo...
–...Y el de puesta al día de la actividad ordinaria suspendida.
–Cuando todo se normalice nos encontraremos con un incremento de las listas de espera, es una realidad, y habrá que abordarlo.
–¿Prevén paralizar convocatorias de subvenciones?
–Ahora hay unas urgencias y son las que tenemos que atender con absoluta determinación. El covid es prioridad y hace que algunas cosas que podían ser necesarias, quizás no podamos abordarlas. Todo el mundo entiende que la prioridad es la sanitaria.
–2011, 2012 y 2013 no están lejos. La caída de recaudación llevó a suspender subvenciones, concretamente las de alquiler de vivienda, ¿esas van a seguir?
–Esa crisis económica tocó a toda la actividad pública, ahora sí somos capaces de diferenciar el gasto asociado a esta crisis sanitaria. En la medida que obtengamos esos recursos diferenciados (del Estado), el resto de partidas podríamos llegar, en alguna medida, a hacer el esfuerzo de procurar intentar mantenerlas. Pasa por obtener financiación suficiente del Gobierno. Si no, gastos sanitarios habría que financiarlos con ahorros en otras partidas.
–¿Tienen ya prioridades para establecer de qué partidas pueden detraer dinero? En materia de vivienda tenían el compromiso de repescar a beneficiarios de alquiler que cumplían requisitos y se quedaron sin ayuda.
–Está previsto, se aprobó una modificación presupuestaria en el anterior Consejo de Gobierno para cumplirlo. La ayuda en materia de alquiler de vivienda forma parte del escenario de impacto de la crisis del covid. Vamos a atender ese compromiso.
–¿Recurrirán a ayudas concedidas o transferencias comprometidas con asociaciones?
–Hay que ser conscientes de que vamos a incurrir en un déficit público mayor por esta crisis sanitaria. Si lo que me pregunta es si es posible que tengamos que hacer ahorros de partidas que se habrían empleado con normalidad en un año ordinario, la respuesta es sí, no hay que descartarlo.
–Habla de prioridades y en ese Consejo de Gobierno que ha mencionado se aprobó el pago adelantado de más de seis millones a la televisión autonómica privada apelando al interés público, ¿cree que los ciudadanos lo entienden así si se suprimen otras partidas?
–Se ha hecho todos los años y es fruto de un acuerdo en el seno de una mesa de participación donde están todos los grupos políticos del arco parlamentario. La Junta cumple esos acuerdos.
–¿Pero ante el panorama presupuestario que dibuja, con las urgencias sanitarias, sociales y de ajustes en el horizonte considera que es comprensible?
–Bueno... Los ajustes van a llegar a todo el mundo y nosotros intentaremos ir cumpliendo los pactos de las mesas y los acuerdos que se van formalizando.
–La Junta recuperó en 2013 el Impuesto de Sucesiones para familiares directos. La supresión total para ese caso iba al pleno de las Cortes que se suspendió en marzo. ¿Subirán impuestos para cuadrar ingresos?
–Llevamos en el programa de Gobierno y en el pacto con Cs la eliminación de este impuesto entre padres, hijos y cónyuges. Se hubiera suprimido tras ese pleno. Nuestro compromiso esta legislatura es eliminarlo y cuando finalice la crisis sanitaria haremos un estudio de cual es el mejor momento. Nuestra idea sigue siendo, en este momento, no subir impuesto ni a ciudadanos ni a pymes. Creemos que es momento de no cargar con más impuestos.
–¿Eso es factible con la situación presupuestaria que describe?
–Lo intentaremos cumplir. Todavía no tenemos, con una precisión detallada, el coste final de esta crisis. Nuestro objetivo hoy sería no subir los impuestos.
–En 2011 implantaron el céntimo sanitario vinculado a financiar la sanidad. ¿Se lo plantean?
–No está previsto a día de hoy
–A día de hoy.
–No, no está previsto.
–¿Y como quedan las oposiciones pendientes? Los primeros ajustes de la crisis de 2008 se las llevaron por delante.
–En las que estén convocadas cumpliremos los plazos de las convocatorias. Para el resto reflexionaremos el impacto de la crisis, si lo tiene.
–¿Y las 35 horas? El acuerdo para volver a esa jornada semanal que tenía la plantilla de la Junta hasta el ajuste de 2012.
–En gasto de personal la prioridad es atender la subida salarial que ya hemos aplicado que es el 2%, atender el pago de las nuevas contrataciones en materia de sanidad y de servicios sociales y mantener el diálogo abierto y llegar a acuerdos, pero siendo todos conscientes de la realidad que atravesamos.
–De todas sus respuestas se deduce que están pendientes de que el Gobierno de la nación financie el sobregasto y, si eso no ocurre o no en la cuantía suficiente, repensarán proyectos en marcha y los incluidos en el acuerdo de gobierno. ¿Es así?
–Sí, sí... Nosotros no vamos a escatimar en los gastos asociados al covid-19 y nos gustaría encontrar el mecanismo (de fondos estatales) para poder financiar este mayor gasto. Si llega, no tendremos que realizar ahorros relevantes en otras partidas del presupuesto; pero si no, lo que no vamos a hacer es dejar de hacer ese gasto sanitario. Somos conscientes de que eso tendría un impacto, al menos parcial, en partidas de gasto que habríamos realizado en el año 2020.
–¿Cómo valorará la ciudadanía a los políticos tras la pandemia?
–Supongo que en función de lo que hayamos sido capaces cada uno de dar respuestas.
–¿Qué le trasladan sus allegados?
–El deseo de que seamos capaces de acertar. Son muy conscientes de la dificultad tan grande por la que atravesamos.
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