Los cargos del Gobierno y la renovación del PP, otro efecto dominó en Castilla y León

Sin embargo, la llegada de nuevos titulares a 12 carteras abre un sinfín de probabilidades y cábalas. Uno de los últimos rumores que afectan a Valladolid, por ejemplo, tiene que ver con Julio del Valle Íscar, número 3 de la lista al Congreso, que se quedó sin puesto de diputado y que podría acompañar a Ana Redondo en Igualdad. El propio interesado asegura no saber nada, aunque se mantiene a la espera porque en todo caso se puede ver afectado por los movimientos. El PSOE podría repetir -así lo aseguraban medios como El Confidencial este domingo- la misma operación que ya puso en liza en el primer Gobierno de Sánchez y obligar a la mayor parte de sus ministros a dejar el escaño en el Congreso. Esto tiene que ver con no correr riesgos en las votaciones en el Congreso, donde el margen para sacar adelante cualquier propuesta es exiguo. Recordemos que PSOE, Sumar (incluido Podemos), PNV, EH-Bildu, ERC, Junts, BNG y Coalición Canaria suman 179 escaños de 350. PP, Vox y UPN, 171.

Ana Redondo no puede dejar el escaño porque no es diputada. Es decir, asiste a las sesiones como miembro del Gobierno pero no tiene derecho a voto. Óscar Puente sí es diputado. Fue el número 1 de la lista del PSOE al Congreso. La número 2 también es diputada, Luisa Sanz. En el 3 está, precisamente Julio del Valle Íscar, que ya llegó al Congreso por una baja en la legislatura anterior. Ocurrió cuando Javier Izquierdo dejó el escaño para ocuparse del área de Acción Electoral del PSOE en febrero de 2020. ¿Y en el caso de que Puente dejara el escaño y además Julio del Valle 'fichara' por el Ministerio de Igualdad? Pues correría la lista hasta el número 4, Nieves Gómez Muñoz.

En el Ayuntamiento la cuestión está más clara. En el próximo Pleno, el 18 de diciembre, tomarán posesión Celia García y Antonio Otero.

En el PP los movimientos son orgánicos, pero también se esperan con expectación. Alberto Núñez Feijóo ha emplazado al jueves para dar a conocer su organigrama en Génova. Anunció que Cuca Gamarra será secretaria general, con lo que mantiene una cuota de poder muy relevante, pero no ejercerá como portavoz. «Gamarra va a ser clave en esta etapa», aseguró Feijóo. El poder autonómico obtenido tras el 28M por los populares es su gran arma de oposición contra el nuevo Gobierno de Pedro Sánchez. En Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco anunció recursos ante el Constitucional y el Contencioso-administrativo por la ley de amnistía y por la condonación de 15.000 millones de deuda a Cataluña. Es solo un ejemplo de lo que está por venir. Gamarra tendrá que coordinar esa ofensiva. Y al mismo tiempo, cohesionar al partido tras la figura de Feijóo y evitar las tentaciones de algún barón -especialmente de la baronesa Díaz Ayuso- de descollar más de la cuenta. Porque cada cual tiene su estrategia. Solo hay que observar que el lunes pasado, cuando Pedro Sánchez anunció su nuevo Ejecutivo, la primera reacción del PP fue de la presidenta madrileña, que tenía un oportuno desayuno informativo a primera hora, adelantándose a su jefe de filas.

Castilla y León tiene poca representación en el organigrama popular. Ni un solo nombre en primera línea, en las siete vicesecretarías. Por encima de ellas solo aparecen Feijóo, Gamarra y Bendodo. Por debajo, un secretario, el de Formación, José Antonio Bermúdez de Castro. Y un peldaño más abajo, dependientes de diferentes secretarías, Bienvenido de Arriba, Eduardo Carazo y Tomás Burgos.

Los movimientos de Feijóo no implicarán cambios de escaño, o no deberían, puesto que se trata de cargos orgánicos del partido, salvo que sea necesario por estrategia.