Ayuso arremete contra el gasto de un vicepresidente de Vox sin cartera como García-Gallardo

Isabel Díaz Ayuso atiza desde la Asamblea de Madrid la polémica suscitada por el cargo de vicepresidente sin consejería que ejercerá Juan García-Gallardo en el Gobierno de coalición de PP y Vox que presidirá Alfonso Fernández Mañueco. La dirigente del PP ha asumido este jueves los planteamientos críticos de la oposición en Castilla y León y ha sugerido a Vox que dé «algunas competencias» al futuro vicepresidente de la Junta de Castilla y León, además de criticar el gasto que supone tener «carteras vacías».

En el Pleno de la Asamblea de Madrid, durante una comparecencia con motivo de la última Conferencia de Presidentes, según ha recogido Europa Press, Ayuso ha recomendado a Rocío Monasterio que el vicepresidente que han puesto al frente de la Junta de Castilla y León tenga alguna competencia. «¿Imaginan qué gasto desmesurado será que todos los vicepresidentes de todas las comunidades autónomas tuvieran una cartera vacía?», ha lanzado la popular, terciando en la polémica que afronta la coalición de Castilla y León, que garantizará al PP seguir al frente de la Junta, con un planteamiento que firmarían los políticos de la oposición autonómica.

Díaz Ayuso sugería a Vox que García-Gallardo saltara del plano institucional y asumiera una cartera de gestión. El día a día de una consejería. Algo que es habitual en Castilla y León. Los tres últimos vicepresidentes, Rosa Valdeón y José Antonio de Santiago-Juárez (del PP) y Francisco Igea (Cs), eran consejeros de Empleo, Presidencia y Transparencia, Ordenación del Territorio y Acción Exterior, respectivamente.

La arremetida de la dirigente madrileña coincidía horas después de una Junta de Portavoces muy tensa en las Cortes en la que Vox, con el apoyo del PP, ha planteado un recorte de los recursos de trabajo de los grupos parlamentarios y desde la oposición han contrapuesto ese gasto «de control político de la oposición a la Junta» al que tiene «un vicepresidente florero con sus asesores», en un gobierno de coalición que no reducirá consejerías. El PP dirigirá 7 y Vox asumirá 3, a lo que se añade un presidente y un vicepresidente.

Al aludido no le gustó la 'injerencia' de la compañera de partido Alfonso Fernández Mañueco. «Si la señora Ayuso quiere opinar de Castilla y León, que le pida al nuevo líder de su partido una portavocía o algo. Mientras tanto, es mejor que no enturbie un pacto recién estrenado, que ella ha sido incapaz de alcanzar en Madrid», replicó Juan García Gallardo a través de su cuenta de Twitter.

«Y, si lo que le preocupa es el gasto superfluo, que escuche un poco más a la señora Monasterio. Le dará buenas ideas. Aquí tenemos mucho trabajo que hacer y no podemos perder el tiempo por intrigas de Madrid», espetó el dirigente de Vox a la presidenta madrileña.

Horas antes, en las Cortes, Juan García-Gallardo había defendido la labor que desarrollará en la coalición que cogobernará la Junta. Ha asegurado que asume «una responsabilidad enorme» en labores de «coordinación», acusando a quienes tachan de vacuo su cargo por no adscribirse una cartera concreta de hacer «valoraciones subjetivas».

Son «numerosas las funciones» que va a desempeñar, advirtió el dirigente de Vox, con especial intensidad en la coordinación de las tres carteras que gestionará Vox: Agricultural, Empleo e Industria y Cultura. García-Gallardo enumeró que estará al frente de «mecanismos de coordinación» y que asumirá la presidencia de la Comisión Delegada de Asuntos Económicos y la de una comisión de simplificación, «muy necesaria, con especial énfasis en temas medioambientales que afectan de lleno a una de nuestras tres consejerías (en referencia a Empleo e Industria y las autorizaciones ambientales para instalar industrias, parques eólicos o solares, e infraestructuras), y voy a sustituir al presidente en el Comité de las Regiones de la Unión Europea».

García-Gallardo añadió que tendrá «el honor, cuestión fundamental para nosotros, de asumir el comisionado de las Víctimas del Terrorismo, así como la representación institucional en la Fundación de Castilla y León y con algunas instituciones autonómicas. Vox y yo en particular voy a estar supervisando, autorizando el plan de medios y todo lo referente a la publicidad institucional y, así como es lógico, voy a integrar la comisión de seguimiento y cumplimiento del pacto político del PP y Vox y participando en la comisión de secretarios generales, si todo eso les parece poco...», concluyó el dirigente de la formación de Abascal. Esas cuestiones estaban incluidas en la agenda laboral de sus antecesores en el cargo, que unían a la gestión de la consejería y a la labor de portavoz de la Junta.

«Es una vicepresidencia vacía de contenido», insistió Patricia Gómez Urbán, portavoz adjunta del PSOE en las Cortes, que «cobra» por «funciones vacías» que además van a ser difícilmente controlables en el parlamento porque al no tener consejería no habrá una comisión concreta ante la que deba responder el vicepresidente. Algo que sí pasaba con sus predecesores.

De esto últimos, Francisco Igea ha sido el más mordaz en definir el fondo de armario laboral del cargo del nuevo vicepresidente. Lo ha tachado de «jarrón chino», de «gobernador de la ínsula de Barataria» y de «embajador plenipotenciario de no sé qué cosa».

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