El aumento de los contagios anticipa unas fiestas traicioneras pese a la vacunación masiva en Castilla y León

Hoy, la incidencia sube. Y rápido. En la semana 40, era de 16,7 casos por 100.000 habitantes. Seis semanas más tarde, se registraban 96,2 casos, advertía el comité de expertos que asesora a la Junta de Castilla y León en el acta del pasado 22 de noviembre. Ahora se sitúa en 172.

Entonces los expertos también alertaban de que en los indicadores que proponían para adoptar el pasaporte covid se rozaba ya el nivel de riesgo alto. Ahora ya lo sobrepasa. A saber. Una incidencia acumulada a 14 días de más de 150 casos por 100.000 habitantes. Ya está en 295. Que la ocupación de camas de críticos por covid esté por encima del 5%. Está en el 12,67%. Y que las nuevas hospitalizaciones por covid por cien mil habitantes, a 7 días, sea superior a cinco. Está en 7,89.

Si la incidencia sube es porque el virus circula y se propaga, y eso que aún la nueva variante no se ha vuelto tan dominante como en su día lo fue Delta. «Ojo, seguimos subiendo la incidencia. Mantén la mascarilla en interior. Test de antígenos y aislarse si hay síntomas. Vacunarse es protegerte a ti y proteger a los tuyos», escribía Francisco Igea, vicepresidente de la Junta. Más que un tuit, un decálogo preventivo.

Porque la cuestión es: ¿hay que renunciar a las fiestas? Y la respuesta es que no, siempre y cuando uno se atenga a lo que se sabe del virus y a cómo evitarlo. Lo primero es respetar las cuarentenas. Si hay síntomas catarrales, un test rápido de antígenos puede ofrecer la primera pista. Luego hay que ponerse en contacto con el centro de salud y confirmar el diagnóstico. Y evitar mezclarse con no contagiados.

Lo segundo es evitar los excesos de confianza. Con 1,9 millones de castellanos y leoneses vacunados, los menores en camino de inmunizarse y 437.000 personas con la tercera dosis, la sensación de seguridad es traicionera. Lo han padecido en Bélgica con la instauración del pasaporte covid el pasado 15 de octubre, cuando pasó a ser obligatorio para poder acceder a bares, restaurantes, locales de ocio, discotecas... La incidencia acumulada a 14 días, por cada 100.000 habitantes, era de 282. Hoy es de 2.100. Y en ese camino, en un país con el 75% de la población vacunada, ha dejado 1.340 muertos más. España, según el Centro Europeo de Control de Enfermedades, está en el 74%, aunque la tasa de inmunización en personal sanitario (90,3%) y en mayores de 60 años (97,5%) está varios puntos por encima de la de los belgas (82,5% y 93,7%, respectivamente).

En cuanto a las medidas preventivas, hay pocos secretos a estas alturas. Los interiores sin ventilación son peligrosos. Y a mayor tiempo de permanencia en ellos, sin mascarilla o haciendo un mal uso de ella, más riesgo hay de contagiarse. El comité de expertos llega a advertir de que incluso con la aprobación del pasaporte covid debe mantenerse «el uso permanente de mascarilla en espacios interiores excepto en momentos incompatibles con su uso», al beber o comer.

La situación no es la de diciembre de 2020, desde luego. Pero tampoco las restricciones. La movilidad es total, como los aforos y los horarios. No hay limitación para las reuniones -por más que aquellas directrices de limitar las reuniones privadas a un número de personas fueran papel mojado por su imposible vigilancia-, y todo esto lleva a la siguiente fase: ¿qué pasará en enero si comienza la 'campaña de gripe' y coge al sistema sanitario con una ocupación de un 20% de las UCI por covid, por ejemplo? Una gripe fuerte, y los expertos creen que este puede ser el caso ahora, podría complicar mucho la gestión hospitalaria. Ahora mismo hay 228 hospitalizados en planta y 47 en críticos en Castilla y León. Hace un mes eran 79 y 17, respectivamente. En noviembre se han declarado 57 fallecidos.

Son muchos los grupos de investigación que han tratado de desarrollar modelos que prevean el riesgo de contagio. En la Universidad de Sevilla han creado una herramienta, covidairbornerisk.com, que permite ajustar parámetros como la actividad de los asistentes, el tiempo, la temperatura ambiente o el uso de mascarilla de diferentes tipos. «Asume que se respeta la distancia social de 2 metros. De lo contrario, se producirá una transmisión más alta», advierten. Y además especifican que solo mide la transmisión por aerosoles. Es, en definitiva, una estimación que puede ayudar a hacerse una idea del riesgo real de contagio. Con un solo infectado, en una cena de empresa de 40 personas sin ventilar, podrían contagiarse dos invitados. Si la cena dura dos horas y hay distancia. Si merma esa distancia, la reunión se alarga y el chupito del café lleva a la conga...

El Colegio de Ingenieros de Madrid (COGITIM) ha creado otro simulador covid, 'Simulair Cogitim', disponible como app para dispositivos Apple y Android. Incluye unos valores por defecto que se pueden ajustar y que dan por supuesta la ventilación adecuada, por ejemplo. En función de la mascarilla y la ventilación, estima que a partir de un infectado, la tasa de contagios puede dispararse desde una probabilidad del 6,6% con todas las precauciones hasta el 92% si no se guarda ninguna medida de seguridad. No incluye, ninguna variable relacionada con la vacunación.