La afluencia de curiosos entorpece la vigilancia de la osa y su cría en la Montaña Palentina

El úrsido murió despeñado en uno de los riscos y la hembra sobrevivió, aunque se desconoce la gravedad de las heridas que se produjo durante el enfrentamiento y en la caída, y permanece refugiada en una cueva junto al osezno, al que un equipo de agentes medioambientales de la Junta de Castilla y León ayuda dejándole alimentos en las cercanías.

Las imágenes completas de la pelea en época de celo entre ambos mamíferos han causado sensación en las redes sociales y los medios de comunicación, lo que ha atraído a numeroso s curiosos pendientes de un avistamiento en una zona que está siendo vigilada día y noche por un operativo de agentes medioambientales de la administración regional. «Cuantos más curiosos acudan allí, peor; hay demasiada gente pendiente de lo que suceda y eso no es bueno; de hecho, hay que incrementar la presencia de personal porque ya hay demasiados observadores a título particular en la zona», se señala desde el colectivo de agentes.

En la mañana del pasado lunes se desplegó un operativo de la Consejería de Medio Ambiente integrado por personal técnico, veterinarios, agentes medioambientales, celadores y patrullas de la Fundación Patrimonio Natural con la colaboración de la Guardia Civil y de personal de campo de la Fundación Oso Pardo para localizar a los animales. Horas después se confirmó la muerte del macho, de 271 kilos, y a última hora de la tarde del martes se consiguió localizar a la hembra y a su cría dentro de una cueva próxima al lugar donde se produjo el ataque.

En esta galería de una longitud de más de quince metros con estrechamientos inferiores a 80 centímetros permanecen refugiados ambos mamíferos. El viernes se hallaron evidencias de que la osa se halla con vida y se tomaron imágenes del osezno después de que se colocaran aportes de fruta, pienso y agua en diferentes puntos de la cavidad.

En el entorno de la osera se ha montado un dispositivo de cámaras de vigilancia y un equipo de agentes medioambientales observa a distancia día y noche a través de telescopios. «De la osa no hay ninguna novedad en los últimos días, hay que esperar a ver si se recupera de las heridas; si no, la prioridad será recuperar al osezno; ahora mismo el operativo piensa en los dos», señaló Guillermo Palomero, presidente de la Fundación Oso Pardo.

Fuentes cercanas al dispositivo desplegado señalan que en unos días se tomará una decisión desde la Consejería de Medio Ambiente si no hay nuevas evidencias sobre el estado en el que se encuentra la hembra. «Los insectos y otros elementos de la naturaleza pueden ofrecer claves sobre la existencia de un cadáver en la osera; si la madre muere, la cría dejaría la cueva y lo ideal sería que saliera adelante por sí misma; hay que estar muy pendientes, todo el entorno está supermonitorizado, solo se necesita tranquilidad».