CC OO y UGT abogan por centrar el diálogo en empleo y asuntos sociales y Cecale, en financiación

Para Santiago Aparicio, presidente de la patronal, «las empresas van a seguir necesitando ayudas durante algún tiempo, muchas de ellas para subsistir», de modo que sin despreciar las medidas sociales, se mostró más proclive a «los avales apoyados por Iberaval con amortizaciones a cinco años y las subvenciones para la instalación de pantallas de seguridad, que se requieren de forma generalizada». En opinión de Aparicio, propuestas como la de CC OO y UGTde poner en marcha de forma urgente un plan de choque para crear unos 5.000 empleos a través de las entidades locales para combatir el paro que se avecina con la crisis del coronavirus es más que discutible, ya que se trata de una medida que termina por concentrarse en un grupo reducido que personas que ya han sido contratadas en planes anteriores.

En cualquier caso, el encuentro pasa por ser una primera toma de contacto de cara a la búsqueda de acuerdos que, según es habitual, terminarán por llegar (y no satisfacer del todo a ninguna de las dos partes).

Sí hubo unanimidad entre los sindicatos y la patronal en sumarse a la petición de la Junta para que el Gobierno de España desvincule los ERTES por fuerza mayor del estado de alarma y prologue su duración hasta final de año en los sectores de la comunidad más golpeados por la covid-19, como la automoción, hostelería, turismo y comercio, entre otros.

En cuanto al pacto para la recuperación económica que debería llevar de la mano al ejecutivo regional con los partidos políticos con representación en el parlamento autonómico, el presidente Alfonso Fernández Mañueco animó a los agentes económicos y sociales a realizar todas las aportaciones que consideren necesarias.

Además, el Consejo del Diálogo Social coincidió en que se deben reeditar los tres acuerdos que concluyen este año: el Acuerdo Marco de Competitividad e Innovación Industrial; la Estrategia integral de empleo;y el Acuerdo sobre Dependencia, en el que los sindicatos tienen especial interés tras la situación que han vivido las residencias de la tercera edad durante la crisis causada por la covid-19 y ante la posibilidad de un rebrote de la pandemia.