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Tras los casi 9.000 parados más de marzo y los cerca de 14.000 de abril, que el incremento de mayo no llegase a 4.000 debe calificarse de buena noticia. Y mejor aún que después de los más de 30.000 empleos destruidos en los dos meses anteriores, el último balance refleje una leve recuperación del empleo perdido. Solo son 446 nuevos afiliados, el 0,05% más frente al 0,5% de España –que mayoritariamente pasó a fase 1 antes que Castilla y León–, pero el cambio de tendencia es muy bienvenido. Los registros del SEPE en mayo abren así una puerta a la esperanza de que la pesadilla laboral de la covid-19 sea pasajera y, quizá, menos prologada de lo que muchos todavía temen y auguran.
El paro subió en 3.938 personas, el 2,37%, y la cifra total de desempleados se situó en la comunidad autónoma en 170.292. En tasa, la subida fue también bastante mayor que la media nacional, del 0,69%. En la comparación interanual, el incremento se sitúa en el 21,28%, lo que supone 29.881 personas más que en el mismo periodo de 2019, según los datos ofrecidos por el Ministerio de Trabajo y Economía Social.
En cuanto al empleo, el número de personas afiliadas a la Seguridad Social en mayo fue de una media de 884.861, lo que supone que el sistema registró un aumento de 446.
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Al cierre del mes pasado permanecían activados en Castilla y León 27.493 expedientes de regulación temporal de empleo (ERTE) con 131.080 trabajadores afectados. Son 22.735 menos que en abril, lo que supone la reincorporación a su puesto de trabajo del 15% de los involucrados. El Servicio Público Estatal de Empleo señaló que a nivel nacional ha reconocido el 98,5% de las solicitudes recibidas y que quedan solo pendientes las nuevas prestaciones o aquellas en las que hay que subsanar errores ajenos al SEPE.
A finales de mayo, los sectores con más afiliados en ERTE por fuerza mayor seguían siendo la hostelería, el comercio minorista y los servicios de alojamiento.
El cambio de tendencia en la marcha del desempleo fue tan notorio que el paro registrado incluso bajó en siete comunidades autónomas encabezadas por Andalucía, Castilla La Mancha y Extremadura. Subió en las diez restantes, sobre todo en Madrid, Cataluña, Baleares y Canarias. La quinta subida en tasa correspondió a Castilla y León.
La mejoría laboral de mayo fue atribuible a dos sectores: el paro registrado en Castilla y León disminuyó en la agricultura (3,65%) y en la construcción (4,95%), mientras que aumentó en la industria (3,96%), en el sector servicios (3,26%) y en el colectivo sin empleo anterior (3,80%). En la comparación con mayo de 2019 el desempleo solo es menor en el colectivo sin empleo anterior (1,3%), con aumentos en la agricultura (6,8%), en la industria (24,9%), en la construcción (22,6%) y en los servicios (25,2%).
La patronal regional, Cecale, reclama medidas «claras y valientes» para hacer frente a los «nefastos» efectos de la pandemia en el mercado laboral. Apuesta en concreto por buscar nuevas formas de «garantizar la supervivencia de los sectores más golpeados» hasta que se llegue a la recuperación total. Para preservar las empresas y garantizar el empleo ven necesario prorrogar los ERTES más allá del estado de alarma, aplazar impuestos y pagos, impulsar la financiación de las empresas y potenciar actividades de I+D+i. Los empresarios piden «liderazgo» a la Junta y deja entrever su inquietud por sus «cambios en el organigrama».
El secretario regional de Empleo de CC OO, Saturnino Fernández, valoró que los datos de paro de mayo son «mejores de lo esperado», en parte gracias a la aplicación de las medidas acordadas en el seno del Diálogo Social autonómico, si bien advirtió de que «los problemas en las empresas y en el mantenimiento del empleo seguirán, seguramente, hasta los primeros meses de 2021».
A juicio de RaúlSanta Eufemia, secretario de Acción Sindical de UGT, es preciso extender los ERTE, las prestaciones por desempleo y las medidas de protección social, «para lo cual será necesario dotar de recursos a los servicios públicos de empleo». En este sentido, tildó el Ingreso Mínimo Vital de «instrumento absolutamente esencial».
En cuanto al detalle provincial, el paro registrado aumentó con respecto a abril en todas las provincias, sobre todo en Segovia (4,97%), Burgos (4,03%) y Soria (4,02%). Las menores subidas se dieron en Ávila (0,63%), Salamanca (1,56%) y León (1,65%). En Palencia fue del 2,12% y en Valladolid, del 2,46%. La evolución anual arroja un orden parecido, con Soria (32,15%), Segovia (31,32%) y Burgos (31,25%) como las peor paradas y León (14,21%), Zamora (15,36%) y Ávila (18,06%) como las menos perjudicadas.
También los datos de afiliación mostraron una recuperación muy desigual por sectores, con el repunte de actividad en agricultura y el sector constructor como protagonistas. El primero ganó 1.193 afiliados por cuenta ajena en mayo y el segundo, 1.048 nuevos asalariados. Las secciones más damnificadas resultaron ser la educación, con 689 afiliados menos, y la sanidad y los servicios sociales, con pérdida de 1.355 afiliados del Régimen General.
El de Autónomos experimentó un repunte de 245 inscritos, con leves subidas en todas las provincias de la comunidad.
El freno en el impacto del virus y el despertar del mercado de trabajo hizo que el país recuperase uno de cada cinco empleos destruidos, si bien la ganancia de cotizantes fue, en una gran mayoría, con fecha de caducidad. España despidió mayo con 3,85 millones de parados, 26.573 más que en abril, y 18,55 millones de afiliados a la Seguridad Social, 97.462 más que un mes antes.
El Gobierno cree que hay «razones para el optimismo» de cara a lo que queda de año por la «rapidez de la recuperación» y muestra su «confianza» en que en las próximas semanas se produzca incluso una «aceleración en la vuelta a la actividad». Para el secretario de Estado de Empleo, Joaquín Pérez Rey, los ERTE «han conseguido parar el golpe y proteger el empleo en circunstancias muy difíciles» y la política de prestaciones, «ha hecho que la demanda no se haya desplomado».
La provincia vallisoletana, que hasta hace tres meses tenía menos de 30.000 personas en el desempleo, supera ahora los 36.000, un incremento superior al 20% en lo que ya es el peor trimestre de la historia para el mercado laboral. El dato esperanzador llega de parte de la Seguridad Social, ya que los 556 afiliados ganados en mayo son incluso más de los conseguidos por el conjunto de la comunidad autónoma ya que tres provincias: Palencia, Burgos y sobre todo Segovia, siguieron destruyendo empleo.
Desde el punto de vista del paro, los 936 nuevos desempleados del sector servicios fueron una losa demasiado pesada para el balance, lo que no quita para que la agricultura y la construcción experimentasen mejorías, con 164 y 124 parados menos. Desde la óptica del empleo, el campo generó 515 nuevos puestos de trabajo por cuenta ajena; la industria manufacturera, 79;la construcción, 188; y los servicios auxiliares, 183. Por el contrario, la sanidad y servicios sociales perdió 287 afiliados; las actividades recreativas y de ocio, 98;y el sector educativo, 71.
El mes pasado seguía habiendo en Valladolid 34.166 trabajadores afectados por ERTES, que son 8.795 menos de los que se registraban en abril.
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