Castilla y León

500 voluntarios de Cruz Roja están en «prealerta» por si son necesarios en Valencia

Así, Cruz Roja en Castilla y León activó su fase de «prealerta» y puso en sobreaviso hasta a 500 voluntarios de que, a la espera de cómo se desarrolle el temporal y las necesidades de la organización, es probable que un equipo de la región se desplace en las próximas horas o días a la Comunidad Valenciana. Es, de momento, una mera labor informativa, una comunicación interna en la que se les requiere, principalmente, disponibilidad. En este caso, ante la distancia que separan ambas comunidades, de tres días.

«Se avisa a nuestro equipo de voluntarios para que, si fuera necesario, en el menor tiempo posible puedan salir hacia la zona afectada. Hemos alertado a los equipos de respuesta inmediata de albergue y psicosocial, además de un equipo de búsqueda en medio acuático, que siempre lo ponemos en alerta», explica el responsable autonómico de Socorros y Emergencias en Cruz Roja Castilla y León, Ángel García, justo antes de añadir que también se pone a disposición material como camas, mantas o productos de higiene y de primera necesidad.

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Desde el punto de vista estratégico, por su ubicación, Castilla y León juega un papel secundario en cuanto a la activación de personal voluntario. Está en una «segunda malla de emergencia», como se refiere García. En un primer momento se incorporan las regiones más próximas al corazón de la tragedia, algo que sin embargo no implica que en comunidades como la castellana y leonesa ya estén preparados por si fuera necesario en las próxima horas dar el relevo a los equipos allí desplegados. «Hay que entender que los equipos de Cruz Roja que ahora mismo están funcionando en la Comunidad Valenciana, que el martes montaron los albergues, en dos o tres días, si esos albergues se mantienen, van a tener que dar un relevo y van a tener que apoyar equipos de otras zonas, por eso se hace esa prealerta y ese trabajo a nivel nacional», subraya Ángel García.

Han puesto en «prealerta» a hasta medio millar de personas de las nueve provincias de Castilla y León, un amplio abanico que se irá reduciendo conforme las necesidades y la disponibilidad de los propios voluntarios. En este caso, tendrían que estar 'libres' un mínimo de tres días. También se tienen en cuenta criterios como el emplazamiento - de las provincias más cercanas-, aunque siempre primarán los perfiles que sean más necesarios. «Se tiene en cuenta que cuanto más cerca esté la provincia de la zona de la catástrofe, mejor, pero es algo que depende, porque quizás los perfiles que nos solicitan son los que están más alejados, por lo que el criterio lo va marcando la emergencia», continúa el responsable autonómico de Socorros y Emergencias en Cruz Roja Castilla y León.

No es la primera vez que la organización humanitaria a nivel regional activa la fase de «prealerta». De hecho, hicieron lo propio con la erupción volcánica de La Palma (incluso se trasladó un equipo de Castilla y León) y sucedió en sentido inverso, se preavisó a compañeros de otras comunidades para que estuvieran preparados, cuando los incendios que arrasaron la Sierra de la Culebra, en Zamora. «Depende del tipo de catástrofe, pero cuando son de la índole como la de Valencia siempre se prealerta a otros equipos para que, por lo menos, tengan una capacidad de respuesta muy rápida», asegura García, quien también sostiene que «lo que hacemos es una visión a futuro, a dos o tres días, de qué es lo que puede ocurrir tanto para dar esa respuesta inicial como para relevar a los apoyos que ya están dando esa respuesta inicial».