¿Podemos recuperar el pan duro?

Sin embargo, antes de desperdiciar la comida, es importante seguir algunos trucos y consejos que pueden ayudarnos a aprovechar aquellas barras de pan que han perdido su consistencia y que difícilmente pueden volver a su estado original. También conviene saber que hay un montón de recetas deliciosas que se elaboran con pan duro y que nos pueden ayudar a aprovechar aquellas variedades que no vamos a utilizar. El objetivo en cualquier caso, es no deshacerse de este alimento, ya que con un poco de imaginación podemos disfrutarlo de diferentes maneras. Para obtener toda la información que necesitamos saber, nos acercamos hasta la panadería 'A por pan' del Mercado del Val, en donde Miguel Ángel nos ofrece algunos consejos.

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Después de tanto tiempo dedicado al oficio del pan, Miguel Ángel tiene claro que a pesar de que existen algunos trucos para recuperar este alimento en caso de que se quede duro, lo recomendable «es comerlo en el mismo día que se ha comprado» si realmente queremos disfrutar de su textura y sabor. No obstante, en caso de que vayamos adquirir numerosas barras de pan, «la más recomendable es la chapata», ya que según Miguel Ángel, esta es una de las variedades que más tiempo puede aguantar -hasta dos días- junto con el pan habitual de panadería, que en algunos casos puede llegar a los tres días.

En caso de que haya transcurrido más tiempo, el pan debe guardarse en el congelador «si no queremos desperdiciarlo». No obstante, una vez entra en la cadena de frío, hay que tener claro que «su textura ya no va a ser la misma». A partir de este momento, podemos cocinarlo en el horno y utilizarlo por ejemplo, para hacer tostadas. Sin embargo, si tu objetivo es recuperar la consistencia inicial del pan, existe un truco casero que puede ser efectivo con algunas variedades.

Consiste básicamente en humedecerlo con un poco de agua y envolverlo con un trapo limpio de cocina. Después, se debe meter en el horno a máxima potencia durante diez segundos apróximadamente y de esta forma, el pan volverá a tener una textura similar a la original. Otro de los más utilizados por los clientes, tiene un proceso sencillo también, en donde debemos envolver el pan con papel de aluminio, colocarlo en la rejilla de un horno frío y ajustar la temperatura a 300 grados. Después de que haya transucurrido una media hora, se debe retirar el papel de aluminio y volver a introducir el pan en el horno cinco minutos más para que la corteza quede crujiente.

Sin embargo, si bien existen otros fórmulas caseras que rondan por internet y en redes sociales, Miguel Ángel recomienda «utilizar el pan para hacer diferentes recetas «antes de intentar recuperar su textura original ya que se trata de una misión compleja. Durante el verano, «mucha gente lo utiliza para hacer gazpacho» ya que es una receta sencilla y refrescante, aunque las opciones son infinitas. Pan rayado, sopas de ajo, tostadas, torrijas o sopas de cebolla, son algunas de las muchas recetas que podemos realizar con pan duro. En cualquier caso, lo que resulta evidente es que antes de tirarlo a la basura, tenemos muchas opciones a valorar para disfrutar de uno de los alimentos más populares de nuestra gastronomía.