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Son los reyes del verano. Los helados de todo tipo de sabores proliferan cuando el calor aprieta, aunque se puedan disfrutar en cualquier momento del año. Cada año surgen nuevos sabores y hoy en día puedes encontrarlos hasta de morcilla o tortilla de patatas.
Nuevos ... sabores que no restan espacio a los tradicionales que se mantienen en las primeras posiciones de consumo. En este caso, os proponemos la elaboración de un helado casero, sin necesidad de tener máquina heladera, y con muy pocos ingredientes.
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Así que si te gusta el helado de fresas, lo primero son lavarlas y quitarles el rabillo. Después se trocean, se espolvorea azúcar y se cocinan a fuego lento durante cuarenta minutos hasta conseguir un puré. Se trituran las fresas y se dejan enfriar bien.
Una vez frío el puré se añade la leche condensada y un chorrito de vainilla. Se bate con unas varillas eléctricas. Por otro lado se monta la nata hasta que se hagan picos. Con una espátula se añade un poco de nata montada a la mezcla de las fresa y se remueve con movimientos envolventes. Se repite el proceso, añadiendo otra cucharada y luego esta mezcla se vuelca lentamente en el bol de la nata montada hasta lograr un color rosado uniforme.
Se remueve ligeramente y se vierte en un recipiente rectangular de cristal, se cubre con una trozo de papel de hornear para eliminar las burbujas, se cierra bien herméticamente y se congela durante mínimo doce horas. Después, se podrán degustar unas estupendas bolas de helado caseras.
Tiempo de preparación
45 min
Tiempo de cocción
12 h en el congelador
Tiempo total
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Comensales
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Calorías
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Categorías
Helados
1kg de fresas
Azúcar blanco
Vainilla
500ml nata para montar
300 ml leche condensada
Para hacer un litro de helado de fresa casero, se lavan y se quita el rabillo a las fresas. Se trocean, se espolvorea azúcar y a fuego suave se dejan cocer cuarenta minutos hasta hacer un puré. Luego se tritura y se deja enfriar. Una vez frío este puré se le añade la leche condensada y un poco de vainilla. Se bate con varillas eléctricas. Por otro lado, se monta la nata hasta que salgan picos. Con una espátula se añade una cucharada a la mezcla de fresas y se remueve con cuidado, se añade una segunda cucharada. Se vuelca poco a poco esta mezcla en el bol donde queda el resto de la nata y se mezcla con cuidado hasta lograr un color rosado uniforme. Se rellena un recipiente de cristal rectangular, se cubre con un trozo de papel de horno para evitar las burbujas, se cierra herméticamente y se deja en el congelador al menos doce horas.
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