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Queda apenas un mes para estrenar nueva estación. Oficialmente el próximo 20 de junio damos la bienvenida al verano. En los últimos días el calor se ha hecho notar después de varios días con lluvia, viento y temperaturas más propias de inicios de otoño. Pero ... con el cambio de estación, además de la ropa y la climatología también cambian los menús y productos de temporadas.
Uno de los habituales son las ensaladas. Los platos más copiosos pasan a un segundo plano y los más frescos y ligeros suben posiciones. Hay ensaladas para todos los gustos tanto con lechuga o brotes verdes como sin ellos.
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S. G.
En esta ocasión, os proponemos una ensalada templada porque el medallón de queso camembert que preside el plato subirá un poco la temperatura del plato.
En primer lugar, se seleccionan los brotes verdes que quieras utilizar, escarola, iceberg, rúcula, cogollos o también canónigos o espinacas. Selecciona el verde que más te guste. Una vez lavado y escurrido se cubre la base del plato. Se le añade un buen tomate y en el centro se colocará un medallón de queso camembert pero antes se calentará en una plancha a fuego suave. Cuando comience a fundirse se coloca en el centro del plato.
Se riega con una versión dulce de vinagre de Módena. En una sartén se mezcla el vinagre con un poco de azúcar y se cocina lentamente hasta que espese. También se puede optar simplemente por aderezar con el vinagre y una pizca de sal.
El toque crujiente sabroso lo aportarán los piñones tostados pero también se pueden utilizar otros frutos secos como las nueces y listo. Una ensalada templada muy fácil y rápida de preparar.
Tiempo de preparación
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Tiempo de cocción
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Tiempo total
15 min
Comensales
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Calorías
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Categorías
Ensaladas
Variedad de lechugas
Vinagre de Módena
Azúcar
Tomates
Piñones o nueces
Sal
Se lava la lechuga, se escurre y se reparte por el plato. Alrededor se colocan las rodajas de tomate. En una plancha se calienta el medallón de queso camembert y cuando se esté fundiendo de coloca en el centro del plato. Se adereza con vinagre de Módena y una pizca de sal. También se puede mezclar en una sartén un poco de vinagre con azúcar, se calienta y mezcla y cuando espese se reparte por el plato. El toque crujiente lo aportan unos piñones tostados o nueces.
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