Imagine la situación. Valladolid en plena ola de calor, mes de agosto, sin una piscina cercana y con todo el día por delante para enfrentarse a los más de 40 grados que marcan los termómetros. Puede suponer una semana de auténtica pesadilla, con muchas complicaciones para realizar actividades al aire libre. No obstante, las terrazas de los bares y restaurantes y las bebidas refrescantes, pueden ser las grandes aliadas de los vecinos y visitantes de la capital del Pisuerga en los próximos días.
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Y que mejor manera de combatir la sed constante ocasionada por el infernal calor que con un buen cóctel original y lo más importante, bien cargado de hielos para que sepa lo más fresco posible. En la Alborada, situada muy cerca de la plaza de la Universidad en la calle Alonso Pesquera, son solo las 17:00 de la tarde y Bruno Acosta no ha parado de servir en las últimas horas constantes bebidas para sus clientes. Batidos, refrescos, copas y cócteles son los protagonistas en las mesas y barras del bar.
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No obstante, el alma mater de este local inaugurado en 1982 fue Javier Pérez, quien hace apenas un año decidió pasar el testigo de la gerencia al propio Bruno Acosta -llevaba 9 años trabajando en este bar- y que se ha propuesto mantener su esencia y calidad. Y es que si algo funciona, ¿para qué cambiarlo?
Bruno sabe elaborar decenas de cócteles, los cuales sirve en originales vasos. Peces gigantes, figuras Hawaianas y hasta el payaso de la terrorífica película IT. Aquí antes de beber, estás obligado a contemplar durante varios segundos sus originales recipientes. Y el que más gusta a sus clientes actualmente es el famoso 'Sex on the beach' una bebida sencilla de elaborar pero que logra conquistar el paladar de cientos de vallisoletanos.
Bar Alborada
Calle Alonso Pesquera
Plato Cóctel americano 'Sex on the beach'
Precio 8,50 euros
«Es la bebida que más me pide, se preparada muy rápido y es muy refrescante» asegura Bruno Acosta aunque eso sí, también confiesa que «son bebidas que casi se pide más la gente en invierno que en verano». Bruno deja sobre la mesa su coctelera y prepara una botella de Vodka Beluga, granadina, licor de melocotón, jugo de arándanos y un buen vaso de zumo de naranja. «Es un cóctel muy sencillo, aunque nosotros le damos un toque original porque le añadimos nitrógeno líquido para mantener los hielos» explica.
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Esta es una de las claves para que los cócteles de este bar funiconen tan bien. Los hielos se mantienen intactos a pesar de la ola de calor y visualmente, también es atractivo para el cliente. Una vez hace toda la mezcla, lo sirve en sus divertidos vasois con un poco de fruta para acompañar y un buen cuenco de snacks y chucherías para picar, todo ello po 8,50 euros. El calor seguirá estando ahí, pero pocas maneras mejores hay para combatirlo.
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