

Cheesecake con chocolate blanco
Con una base de galleta y espolvoreado con cacao se sirve bien frío en los días de calor
Las recetas de tarta de queso no pasan de moda, se pueden preparar de muchas formas así que son un recurso a tener en cuenta ... por si apetece disfrutar de un postre dulce y fresco, de baja dificultad y que se prepara con pocos ingredientes. Eso sí, hay que contar con dejarlo enfriar entre dos y tres horas.
Para hacer la base de la tarta de queso se trituran bien las galletas. A continuación, se le añade un poco de mantequilla derretida. Se mezcla y se presiona sobre el molde hasta conseguir una base de galleta compacta. Se puede también cubrir el lateral del molde con más galleta. Luego se deja enfriando en la nevera.
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En un bol aparte se mezclan el queso mascarpone con el azúcar. Luego se le añade la vainilla al gusto. Se remueve hasta conseguir una mezcla suave y homogénea.
Por otro lado, se derrite un el chocolate blanco y se añade a un bol con la nata montada con movimientos envolventes. Sobre el recipiente de la nevera con la base de galleta que estaba en el frigorífico se vierte la mezcla del queso. Y por encima se le añade la mezcla de nata montada con chocolate blanco.
Se deja de nuevo en la nevera durante tres horas. Antes de servir se espolvorea con cacao y se sirve. También se puede decorar con chocolate blanco rallado o si lo prefieres con trocitos de fresa o frutos rojos. Se puede disfrutar de postre o merienda.
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Tiempo de preparación
20 min
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Tiempo de cocción
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Tiempo total
20min 3h en la nevera
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Comensales
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Calorías
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Categorías
Postres
Ingredientes
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250 g Queso mascarpone
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40 g Azúcar
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Una cucharada de esencia de vainilla
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100g Nata para montar
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150 g Chocolate blanco
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250 g Galletas del tipo digestive
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Cacao en polvo
Preparación
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Para la base se trituran las galletas, se mezclan con mantequilla y se presiona sobre la base y los laterales del molde para que quede compacto. Se deja el molde en la nevera. En un bol aparte se mezclan el queso mascarpone con el azúcar. y una cucharada de esencia de vainilla. Se remueve hasta conseguir una mezcla suave y homogénea. Por otro lado, se derrite un el chocolate blanco y se añade a un bol con la nata montada con movimientos envolventes. Sobre el recipiente de la nevera con la base de galleta que estaba en el frigorífico se vierte la mezcla del queso. Y por encima se le añade la mezcla de nata montada con chocolate blanco. Se deja de nuevo en la nevera durante tres horas. Antes de servir se espolvorea con cacao y se sirve.
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