'La carnicería' hecha bar y con tapa gratis en el barrio de Delicias

Nada más entrar por su gran puerta, se pueden ver colgados del techo numerosos jamones de primera calidad que piden a gritos cortarlos y elaborar una tapa para conquistar el paladar de los clientes. A la izquierda de la barra, un mostrador clásico de una carnicería tradicional donde se venden chorizos ibéricos. Y en el centro, una oleada de suculentos pinchos de todo tipo. Así es la bienvenida del bar 'La Carnicería', situado en el barrio de Delicias en la calle Embajadores.

Mini hamburguesas de cerdo ibérico, tostas de embutido, queso o torreznos, salchichas de gran tamaño... La variedad de tapas de este bar que abrió sus puertas en Valladolid hace apenas cinco meses es una de sus claves para ir y disfrutar de una bebida refrescante a la vez que los clientes llenan su estómago. Sin embargo, lo mejor de todo es que son completamente gratis. Y a ello hay que sumarle que estamos ante una carne de primera calidad.

Arturo Santos es quien está detrás de este nuevo concepto de bar que imita con su decoración a una carnicería clásica como la que tenían sus padres en Santovenia y que ahora está a su cargo. «Hace años que el negocio de las carnicerías ha decaído, así que decidí abrir el bar con la idea de aprovechar la carne del negocio y usarla para hacer tapas» explica Arturo mientras nos muestra la comida que ofrece a diario a sus clientes. «En un día podemos dar fácilmente 1000 tapas» asegura y recalca que el objetivo de este local es que «los clientes puedan comer pinchos gratis pero de calidad».

De entre todas las tapas, en esta ocasión hemos escogido la mini hamburguesa de cerdo ibérico, a la cual le añaden un poco de lechuga y una salsa de queso que aporta mucho sabor a una carne jugosa e ideal para disfrutar como almuerzo, aperitivo o incluso para cenar. De hecho, esa es otra de las razones por la que este bar goza cada vez de más éxito en Delicias, ya que mucha gente aprovecha para, directamente, cenar con varias tapas, de las cuales, esta es una de «las más exitosas».

Y en su amplio comedor, también se pueden apreciar elementos propios de las carnicerías. Los protagonistas en este caso, son numerosos cuchillos especializados para diferentes cortes que están enmarcados en las paredes y que el propio Arturo Santos ha aprovechado de su negocio. El objetivo es que los clientes tengan la sensanción de estar no solo en un bar, sino también en un negocio clásico como es una carnicería que, «por desgracia», cada vez goza de menos clientes pero que, con esta original idea, de alguna forma ha sabido aprovecharlo para sacarle partido en uno de los barrios clásicos de Valladolid.

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