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Las monjas cismáticas de Belorado han vuelto a estar en el punto de mira por cuestiones de dinero y de nuevo han tenido que pronunciarse. Esta vez a través de un comunicado firmado por su abogado con el ánimo de desmentir varias informaciones recogidas en algunos medios de comunicación este martes.
Como informa Burgosconecta, se trata de una supuesta investigación policial en curso a las exclarisas de Belorado por una operación de compraventa de oro realizada por la entidad religiosa del monasterio de Santa Clara de Belorado. Sin embargo, el abogado de las mujeres afirma que desconocen tal actuación por parte de la Policía, «porque hasta el día de hoy ninguna de las monjas ha sido interrogada ni informada acerca de la misma».
En este sentido, explica que la entidad religiosa llevó a cabo la compraventa de oro de manera legal e incluso confirma que fue supervisada por la Archidiócesis. «La entidad religiosa (hoy transformada en asociación) Monasterio de de Santa Clara de Belorado realizó hace años como inversión una operación de compraventa de oro, una inversión más, un acto de gestión de sus bienes propios acordado por el Capítulo Conventual y reflejado en los libros de contabilidad, supervisados por el Visitador de Religiosas de la Archidiócesis de Burgos. Es una operación formalizada observando todos los requisitos legales», recoge el comunicado.
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Además, reconoce que en fechas recientes la entidad «liquidó la inversión de oro, cumpliendo también todos los requisitos legales». Eso sí, detalla que la operación no se pudo hacer en nombre de esta entidad, por lo que fue formalizada por la ahora exabadesa, Laura García de Viedma, que actuó como fiduciaria por cuenta de la entidad, «algo lícito en el Derecho Civil español», recalca el abogado.
De hecho, matiza que «toda la comunidad es consciente de que la única titular real es la entidad», por lo que esto no habría dado lugar «a ningún traspaso de fondos de la persona física a la persona jurídica ni viceversa».
Insiste en que las inversiones de las monjas cismáticas provienen de «sus recursos obtenidos a través de la explotación de sus bienes» y cita «actividades industriales de fabricación y venta de dulces, de donaciones de terceros, etcétera».
Esta información se ha conocido en pleno proceso de la demanda de desahucio interpuesta por el Arzobispado de Burgos contra las monjas cismáticas de Belorado, justo después de que las propias exclarisas informaran de que un informe de la Diputación las declara vulnerables.
En el mes de julio pasado las mismas exclarisas publicaron en canal habitual de comunicación, Instagram, una historia en la que revelan que la Diputación de Burgos había iniciado los trámites para evaluar la «vulnerabilidad» de la lideresa y exabadesa del convento, Laura García de Viedma, y de la comunidad de excomulgadas, como un trámite previo al proceso de desahucio. El lanzamiento sigue paralizado sin nueva fecha tras haberse pospuesto el pasado mes de enero.
Lo cierto es que el dinero se encuentra en el centro del terremoto religioso desde que las monjas ahora excomulgadas rompieran con Roma en mayo de 2024.
Las exmonjas del monasterio de Santa Clara de Belorado acumulaban «sólo en facturas» una deuda de 42.000 euros el pasado verano, «con exclusión de los préstamos». Así lo daba a conocer el Arzobispado de Burgos en una nota contestando a la exabadesa, en la que la líder del convento de La Bretonera llamaba «usurpador ilegítimo» a monseñor Mario Iceta.
Hace pocos días, se conocía un posible fraude a la Seguridad Social por parte de las monjas cismáticas de Belorado, que el Arzobispado de Burgos «ha comunicado al Instituto Nacional de la Seguridad Social» (INSS) que en las cuentas que administra de las exclarisas del convento recibe presuntamente la pensión de una monja fallecida hace dos años, según confirmaba Europa Press.
Este extremo fue desmentido también por las exmonjas, aunque en aquella ocasión el documento lo remitieron desde el convento sin que mediaran sus abogados como ha ocurrido este martes con la supuesta investigación policial a causa de la compraventa de oro. Y entre todo el revuelo las mujeres continúan elaborando y vendiendo sus famosos chocolates y han probado suerte también lanzando un disco.
Las exclarisas siguen ocupando el monasterio de la Bretonera y el Arzobispado de Burgos y la Federación de Clarisas de Aránzazu continúan asumiendo los elevados gastos de convento y así será mientras no se resuelva la situación.
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