Burgos

Las exmonjas de Belorado lanzan un chocolate especial 'RqueR' como símbolo de la resistencia

Las exclarisas de Belorado, que aseguran estar ahogadas económicamente por el Arzobispado de Burgos por el bloqueo de sus cuentas, han asegurado en un comunicado de prensa que «por todos los medios legalmente posibles, dentro de sus posibilidades y fuera de los cauces hasta ahora utilizados», intentarán, en 15 días, poner en marcha su obrador y tratarán de lanzar «un chocolate denominado RqueR».

Con ese producto desean materializar su «resistencia» dicen, «ante las numerosas deudas provocadas por esta situación irregular y de asfixia». Es una manera de responder ante la realidad que las ahoga y sacar unos euros para los diferentes frentes que deberán abordar en los meses venideros, según informa BURGOSconecta.

Por el momento, han de decidir si acuden al acto de conciliación fijado para el mes de diciembre. Y si no lo hacen, dan por hecho su situación de okupas y por tanto se habrán de enfrentar el 23 de enero a su desalojo por la fuerza. Aseguran que el déficit mensual de los monasterios que ha certificado el Arzobispado de Burgos «es la muestra más clara de la desgracia que ha supuesto para las religiosas de Belorado y Derio la intervención del comisario». Y dicen que «nunca» sucedió ese déficit con ellas al frente.

Arremeten una vez más contra el comisario, el arzobispo de Burgos, Mario Iceta, de que dicen que «sólo reporta desgracias, sin beneficio para nadie. Urge que cese esta intervención, que nadie quiere ni necesita, salvo quizá las estructuras de mando de una Iglesia empeñada en aplastar a unas monjas porque han querido salirse de su disciplina».

Así, dudan de que «los gastos se paguen», porque las bretoneras han sufrido varios cortes de teléfono e internet hasta que han tenido que «buscar otras formas de afrontar esos gastos». Afirman que monseñor Iceta y la inscripción de su nombramiento como representante legal de los monasterios en el Registro de Entidades Religiosas «no es firme» porque se ha recurrido ante los organismos competentes, «y se combatirá hasta las últimas consecuencias».

Esa llamada de las exclarisas tiene su origen, confesado en su comunicado, en la guerra de los conventos. Y sea legal o no, la tutela de Mario Iceta «constituye un auténtico abuso de poder por el que se despoja a unas personas del control de sus cuentas bancarias y de la capacidad de actuar ante los organismos públicos y privados, impidiéndoles desarrollar normalmente las actividades de las que vivían».

En el último comunicado del Arzobispado aseguraba que la Federación de Clarisas entraría en el convento ante la ausencia de una persona que cuidara de las mayores. Las bretoneras dicen ahora que a ellas (a las mayores) «del único del que hay que protegerlas es del comisario, que todo lo relacionado con esta comunidad lo deshace».

Recuerdan que el resto de internas «se ocupan de sus cuidados como han hecho siempre y están perfectamente atendidas» e insisten con cierto aire altivo: «¿Hay que repetir que nadie, ni esas hermanas mayores ni por supuesto las demás, quiere ni necesita la actuación del comisario?».

Entienden que la admisión a trámite de la demanda de desahucio entra en «el ejercicio normal de los derechos de las personas y entidades ante la justicia». Las exreligiosas confían «plenamente» en que su postura está debidamente amparada y que les asiste la razón, que defenderán ante los tribunales».

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