Las exmonjas de Belorado fichan a un cura argentino que ya se ha empadronado en la villa

Argentina no solo exporta futbolistas a España, también lo hace con sacerdotes; en este caso, un supuesto religioso de la causa sedevacantista. Desde hace unos días, esta misma semana, ha solicitado el empadronamiento en Belorado un hombre que dice ser sacerdote y que va a asistir a las ex clarisas. Así lo recoge Burgosconecta de fuentes cercanas al Ayuntamiento de Belorado.

Es la tercera opción de las bretoneras que ya expulsaron a Pablo Rojas y Francisco José Ceacaero hace casi dos meses; y recientemente Rodrigo Henrique Ribeiro, un obispo brasileño admirador del Hitler que decidió abandonarlas porque no veía negocio en la visita y porque su visita pastoral a Europa terminaba.

Su nombre no ha trascendido, pero vecinos de Belorado han asegurado que el supuesto cura de origen argentino «ya ha estado antes» en el pueblo. Fue unos días después de que las bretoneras expulsaran a Ceacero y Rojas de convento y antes de la llegada de Ribeiro. Fue en el impás entre salida de los jienenses y la llegada en visita pastoral del brasileño.

El caso es que fue este argentino, afincado hasta hace una semana en Francia, el que hizo de intermediario entre la congregación de Ribeiro y las exclarisas para que finalmente llegará el brasileño. Sin embargo, entre unos que son expulsados y otros que se van, las exreligiosas se quedaron sin atención espiritual.

A raíz de ello, el supuesto sacerdote argentino no sólo ha regresado, sino que ya tiene un nuevo hogar en Belorado. El sedevacantismo en Argentina tuvo su representante en el profesor Carlos Disandro, cuya influencia se tradujo en algunos ambientes peronistas; visitó a Juan Domingo Perón y mantuvo correspondencia con él. Un nuevo personaje que se añade a esta trama iniciada el pasado mes de junio cuando las monjas de Belorado anunciaron su ruptura con Roma.

La situación de la comunidad de exclarisas rebeldes cada vez es más complicada. A la negativa de Ministerio de Interior de inscribir su asociación civil, a las dificultades económicas y a la negativa a someterse al informe de vulnerabilidad se le suman las multas y los requerimientos.

Uno de los muchos frentes que tienen abiertos las bretoneras es el pago de las sanciones. Una de ellas de la Junta de Castilla y León por contar con un criadero de perros de raza que no contaría con los permisos correspondientes, incluida la licencia de núcleo zoológico.

A finales de agosto, las ex religiosas no habían pagado la sanción de 3.001 euros, como tampoco habían interpuesto aún el recurso al que tenían derecho. La sanción les fue notificada el 5 de junio. Si no hay recurso, la Junta de Castilla y León inciará el procedimiento de apremio.

Este expediente, en cualquier caso, es previo a las fechas en las que se produjo el cisma con la Iglesia Católica. El Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) realizó en el mes de marzo una visita a las instalaciones para supervisar la actividad ante los reiterados avisos de la vecindad del entorno por los ladridos de los perros. Al menos dos personas, según fuentes del mismo pueblo de Belorado, trabajan a diario con el núcleo de animales y son los encargados de que estén en buenas condiciones fisiológicas y de bienestar.

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