Regresan a sus hogares quince jóvenes confinados en una casa rural en un pueblo de Ávila

Según el alcalde del municipio, Armando García, los jóvenes llamaron el pasado jueves al 112, en torno a las cuatro y media de la tarde, porque uno de ellos se encontraba mal; tenía fiebre y diarrea. El chico fue atendido en el centro de salud de la localidad cercana de Burgohondoo donde se les practicaron a él y a todos sus amigos, las pruebas de detección de la covid-19. A partir de ese momento, les confinaron en la casa hasta conocer los resultados.

Desde el Ayuntamiento de Navaluenga les proporcionaron agua y comida, asegura el primer edil, que lamenta no haber recibido ningún tipo de comunicación por parte de la Junta ni desde las autoridades sanitarias.

«Ha sido un buen susto, pero afortunadamente se trataba de una falsa alarma -decía el alcalde-. Nos puede pasar a cualquiera y en cualquier momento. Además, al ser un municipio muy turístico estamos trabajando muchísimo para evitar los contactos».

El Ayuntamiento ha elaborado además un tríptico informativo que distribuyen cuatro personas a las que denominan 'controladores de aforos', y en los que se recogen contenidos y recomendaciones para minimizar la presencia del virus en la localidad.

También han extremado las medidas de seguridad en los locales y bares aunque García reconoce que su principal preocupación es «la noche. No lo podemos controlar, solo lo puede hacer la Guardia Civil», apuntaba, antes de afirmar, no obstante, que «todo el mundo hace uso de la mascarilla y tiene un comportamiento ejemplar».

Con todo, «vamos a trabajar para salvar un mes de agosto importantísimo para la economía de Navaluenga, que es una actividad fundamental».