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Colegiata Abadía de Santa María o de Nuestra Señora de la Asunción.

Burgohondo: Ecos del siglo XI en un espléndido entorno natural

Especial Municipalismo. El patrimonio de Castilla y León ·

Su Abadía d conserva intacto su misterio medieval, en una localidad donde conviven patrimonio histórico y popular

el norte

Lunes, 6 de julio 2020, 11:55

Solemne, imponente, plena de historia y de misterio. La Real Colegiata y Abadía de Santa María, o de Nuestra Señora de la Asunción, comenzó a construirse a finales del siglo XI y se terminó en el XII, como símbolo de la preeminencia eclesiástica y administrativa de Burgohondo sobre un amplion territorio de la sierra de Gredos. Aquí fueron abades o priores don Juan Dávila, hermano de leche del príncipe Don Juan, el malogrado hijo de los Reyes Católicos, o don Lorenzo de Cepeda, el tío de Santa Teresa de Jesús. Y su iglesia y su claustro, que aunque deteriorado hoy todavía puede visitarse, gozaron del favor real desde Alfonso VI hasta Felipe III. Sobre sus leyendas se levanta una torre del siglo XVI, la misma centuria en la que se instalaron su bello artesonado y su coro.

Arriba, puente nuevo; ermita de San Roque y oficina de turismo, en la ermita de los Judíos.
Imagen principal - Arriba, puente nuevo; ermita de San Roque y oficina de turismo, en la ermita de los Judíos.
Imagen secundaria 1 - Arriba, puente nuevo; ermita de San Roque y oficina de turismo, en la ermita de los Judíos.
Imagen secundaria 2 - Arriba, puente nuevo; ermita de San Roque y oficina de turismo, en la ermita de los Judíos.

De lo que fue el antiguo Concejo y Universidad de la Tierra del Burgo, del siglo XIII, queda todavía su archivo, en el barrio de San Roque, con su factura gótica y sus arcos apuntados. Y de la relevancia de su población judía da testimonio la vieja sinagoga medieval, del siglo XV, conocida como ermita de los Judíos y convertida más tarde en ermita de la Vera Cruz, con decoración barroca y pinturas murales entre el XVII y el XVIII.

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En la nómina patrimonial de Burgohondo hay que incluir, además, la ermita de San Roque; el edificio del Ayuntamiento, del siglo XVIII, con su campanario del reloj, y las casas blasonadas, que conviven en las calles con una rica arquitectura popular, en la que destaca el conjunto de las escuelas de El Zaire.

Conocido por sus zonas de baño en verano, Burgohondo suma también a su patrimonio el puente romano, al que se suman el puente del Arco y la Puente Nueva. En los caminos de la sierra, por Las Umbrías, se encuentran las «casillas», habitadas hasta los años 50, construidas en granito, madera y en algunos casos con cubierna vegetal. Mucho por descubrir.

Qué visitar

  • De interés: Alrededor del pueblo, y distribuidas por la sierra, se encuentras las «casillas» de Las Umbrías, una serie de barrios que conservan importantes restos de arquitectura popular, y que pueden recorrerse siguiendo un itinerario bien señalizado.

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