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Donde ustedes ven un autobús hay, en realidad, una aeronave civil en la que viajaban 25 personas cuando ha colisionado con un avión del Ejército ... del Aire, con tres militares a bordo, a la altura del Ala 37 de la Base Aérea de Villanubla pasadas las nueve de la mañana de este miércoles. A esa hora la torre de control emitía la alerta, haciendo sonar la alarma que activaba el protocolo de Emergencias en todo el complejo militar, precediendo a las sirenas de los bomberos de la base, Aena y una ambulancia militar, las primeras unidades en desplegarse en el perímetro del accidente, en dos focos distintos, dado que el vehículo militar ha caído a las afueras de la base, a la altura del hangar militar.
La colisión, causada según las primeras hipótesis por problemas de visibilidad debido a una bandada de pájaros, se ha saldado con cuatro fallecidos, 11 heridos graves y siete leves. Entre los fallecidos se encuentra un militar, que no formaba parte de la tripulación de la aeronave, sino que se encontraba trabajando en el hangar junto a otro compañero, herido leve, cuando un ala del avión del Ejército se ha desprendido sobre la instalación.
Ninguna de estas cifras es real ya que por suerte el trágico accidente que ha movilizado cuatro camiones de bomberos, un helicóptero de emergencias sanitarias, otro de rescate, dos unidades de soporte vital avanzado, una ambulancia militar y un camión de puesto de mando, así como más de 100 efectivos entre personal militar, de protección civil, bomberos, agentes y sanitarios de distintas administraciones, se trataba de un simulacro llevado a cabo en la base aérea para poner a prueba el plan CAL, por sus siglas de Protección Civil de Castilla y León ante emergencias aeronáuticas de aviación civil. El mismo estaba previsto para el pasado 29 de octubre, cuando tuvo que anularse para que los efectivos se dirigieran a Valencia en apoyo a las labores de rescate ante la tragedia de la Dana.
El 112 alertaba sobre el supuesto accidente a la Delegación Territorial de la Junta de Castilla y León, a las nueve y cuarto de la mañana, cuando se ha procedido a la activación del protocolo de emergencias ante desastres aéreos, constituyéndose el CECOPI en la sede de Valladolid dirigido por la Delegada Territorial de la Junta, Raquel Alonso, y con la presencia del subdelegado del Gobierno, Jacinto Canales y miembros de la Diputación de Valladolid, del Ayuntamiento de Villanubla, Aena y la base militar.
En el lugar de los hechos, el Puesto de Mando Avanzado, con el suboficial de contraincendios al frente y los Bomberos de la Diputación tomaban el control de la situación después de las primeras labores de rescate, procediendo, con la ayuda del personal médico, a la evacuación y triaje de los pasajeros una vez extinto el fuego procedente de la aeronave.
A la par, los vehículos medicalizados comenzaban a desplegarse en la zona para su traslado a los hospitales, bajo la dirección de la Policía Aérea de la base y la Guardia Civil, que establecían la circulación y la zona de estacionamiento en el perímetro, convertido en una especie de tablero de ajedrez, en el que cada equipo tenía unas funciones y unos movimientos definidos para facilitar la coordinación entre los distintos servicios de emergencias.
El primer triaje, con dos banderas rojas, dos amarillas y una negra, revelaba pasadas las diez menos cuarto de la mañana la existencia de un fallecido, mientras que los efectivos militares despliegan dos hospitales de campaña. «Según el número de heridos graves y leves establecido en el triaje se decide a qué hospitales se van a derivar, aunque lo primero es estabilizarlos», explicaba, Julian Martínez Basuela, coordinador sanitario en la Gerencia de Salud de las Areas, que a su llegado a la base para incorporarse al Puesto de Mando Avanzado, daba aviso al centro coordinador para que las ambulancias empleadas habitualmente para el traslado de pacientes de diálisis y rehabilitación, estuviera prevenido por si hiciese falta paralizar los servicios no urgentes.
Los últimos en entrar en acción, han sido los equipos forenses, procediendo al levantamiento de los supuestos cadáveres en torno a las 11 de la mañana, una vez finalizadas las labores médicas y el traslado de los pacientes a los distintos hospitales.
Tras la realización de las maniobras y con la llegada de los miembros del Cecopi a la base, las autoridades han evaluado de manera positiva la coordinación entre las distintas administraciones en una suerte de maniobras, que, a pequeña escala, se llevan a cabo todas las semanas en la instalación militar.
La diferencia la marcaban también una serie de «cambios introducidos por sorpresa para que todo el mundo tuviese que trabajar frente a la adversidad y situaciones no previstas», según detallaba el coronel José María Santé, jefe la Base Aére de Villanubla, que ha valorado positivamente las labores llevadas a cabo durante el dispositivo y agradecido la colaboración entre administraciones. «Todo este esfuerzo ha valido la pena, nos ha permitido evaluar muchas cosas. Ahora entramos en una fase en la que tendremos que analizar todos los datos del ejercicio y ver en qué cosas podemos mejorar, que sin duda las habrá», concluía.
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