Vídeo: el incendio de Losacio visto desde el aire

El fuego vuelve a cubrir de desolación la sierra de Zamora rodeando los pueblos que se habían librado del gran incendio de junio, trayendo de nuevo la desesperación. Entendible cuando se entra con las brigadas forestales en San Martín de Tábara, desalojado, cubierto por el humo.

Las llamas en la cabeza del incendio, al norte, se han propagado rápidamente por un comportamiento absolutamente explosivo: con rachas cambiantes de viento de más de 60 km/h. Se han tenido que cortar varias carreteras y el AVE Madrid-Galicia. Esta mañana, unos pasajeros a su paso por la zona, veían estupefactos el incendio a través de las ventanillas. Se han evacuado hasta 15 pueblos y muchos animales, como unas ovejas ahora pastando en un parque infantil. Los efectivos de extinción no son nada optimistas porque hoy, con más calor y más viento, las llamas seguirán arrasando el monte.

Los vecinos de Escober de Tábara oficialmente desalojado luchan contra las llamas inesperadas y cambiantes. De este pueblo salió Vitoriano Ratón, 69 años, con sus ovejas. No le dio tiempo a saber que evacuarían y el fuego lo rodeo. Su famila lo buscaba desde anoche. Intentamos llegar a Ferreras de Abajo, el pueblo de Daniel Gullón, está cortado. Lo están desalojando Tenía 62 años, brigadista. sorprendido por una llamarada cuando iba con su manguera por detrás del camión autobomba Hay 3 heridos más con quemaduras, dos iban en un coche huyendo....y nueve trabajadores intoxicados. Algunos alcaldes hablan de desaparecidos. Pueden estar en alguno de los polideportivos adaptados para la gente que ha tenido que salir de sus casas con lo puesto. De momento son 15 pueblos desalojados. y el viento amenazando hacia el norte y noreste, si no cambia de nuevo.

Vecinos de las localidades de Sesnández de Tábara y de Olmillos de Castro desalojados como consecuencia del incendio de Losacio, en la provincia de Zamora, relatan el miedo que pasaron antes de dejar sus localidades, han asegurado que nadie les avisó y «huyeron» como pudieron ante el avance de las llamas, que dejaron «a los pies de las casas» a sus espaldas.

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