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A la derecha, Guillermo Rosón en la obra de las fiestas del año pasado, que parodió un debate electoral.
Un agosto diferente

El teatro con letras de Sabina, para 2021

Arcenillas ·

Guillermo Rosón veranea en este pueblo zamorano. Este año lo hace sin dirigir el grupo de teatro con 50 actores locales de entre 3 y 60 años que actúan en la función de las fiestas

Alicia Pérez

Zamora

Martes, 18 de agosto 2020, 07:32

Este año tocaba una de Sabina, una obra de teatro escrita íntegramente con frases de canciones del cantautor. Los jóvenes volverían a interpretar nuevas 'Escenas de matrimonio', con cuatro camas, una también para la pareja gay, y los más pequeños se subirían al escenario de ... la mano del payaso Miliki. Durante el confinamiento, pensaron que una de las representaciones tenía que girar en torno al coronavirus, pero todas esas ideas han quedado en el cajón de su creador, Guillermo Rosón Martín, maestro zamorano de 40 años que trabaja en Madrid y que vuelve cada verano a su pueblo, Arcenillas, donde dirige el grupo de teatro que actúa en las Fiestas de La Tinaja que la localidad celebra el penúltimo fin de semana de agosto.

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El año pasado fueron 50 vecinos de entre 3 y 60 años los que se subieron al escenario de la Plaza Mayor, un número nada desdeñable si se tiene en cuenta que el municipio de la comarca de Tierra del Vino tiene 400 habitantes. Es uno de los momentos más esperados de los festejos, que nacieron en 1979 como fiestas de El Pepinillo por el excedente de este cultivo que se produjo y la gran reivindicación de los agricultores de Arcenillas, todos ellos involucrados en el movimiento campesino de la época.

Desde 1979, los festejos de agosto se han celebrado puntualmente cada verano. Este año no habrá fiestas, tampoco función de teatro. «Este año va a ser diferente, el teatro lleva muchos años y en el pueblo es una actividad muy querida, de hecho, el primer grupo de WhastsApp oficial del pueblo fue el del grupo de teatro», explica el director, Guillermo Rosón, sobre una actividad que se asumió hace años como una parte muy importante de las fiestas.

«Lo voy a echar mucho de menos, de hecho una de las cosas que más me gustan son los ensayos porque los actores me dan ideas y de la obra original a la obra final a lo mejor variamos un 30%».

Corría el año 1997 cuando Guillermo, con tan solo 17 años, dirigió la primera obra de teatro en su pueblo. «Hacíamos algún teatrillo con los niños, pero solo actuaban hasta los 12 años, más mayores no se apuntaban y era un teatrillo muy pequeño, normalmente de diez minutos y sobre temas del pueblo, como alguna pelea con las tierras o lo que pasaba con alguna familia. Era muy abierto, la gente se reía y nunca hubo polémica», recuerda sobre los inicios.

La actividad ha evolucionado mucho desde entonces, tanto con la incorporación de más actores y de diferentes edades como por la temática de las obras. En las últimas actuaciones, la política ha estado muy presente, con temas de actualidad como el debate electoral o el independentismo catalán.

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Su afición por las artes escénicas comenzó durante sus estudios en el Colegio San Agustín de Salamanca. «Me gustaba mucho el teatro, lo hacía en mi colegio y cuando venía al pueblo los veranos pensamos en hacerlo y se apuntaron muchas personas», explica Guillermo sobre una actividad que sufrió un parón cuando se marchó a trabajar a Madrid y que retomó en 2015. Hace dos meses, los responsables del grupo y el Ayuntamiento decidieron en una reunión virtual suspender la función por la imposibilidad de limitar el aforo para una actividad muy querida y esperada. También por las dificultades para mantener la distancia de seguridad en los ensayos que realizan desde el mes de julio y que intensifican diez días antes del estreno.

Deber moral

«Creemos que tampoco es un año para celebrar. En Arcenillas no ha golpeado mucho el coronavirus, pero creo que también es un deber moral no hacer celebraciones», manifiesta el director sobre la decisión adoptada por el pueblo, donde el verano es atípico para él, para los actores y para los vecinos que en esta época tratan de descubrir qué personajes verán sobre el escenario.

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La obra sobre una historia de amor y vida pirata con canciones de Sabina ha quedado pendiente. Habrá que esperar al próximo año para el reparto de papeles. Todo apunta a que el coronavirus no estará entre las temáticas del teatro de Arcenillas. «Yo creo que el año que viene ya no lo vamos a tocar, vamos a pasar página», afirma el director.

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