Ribadelago, en el interior del Parque Natural del Lago de Sanabria, en Zamora. mariam montesinos

Prueban el plan de emergencia en caso de rotura de alguna de las cinco presas de la sierra de Moncabril, en Zamora

Activadas las ocho sirenas que alertarían para evacuar los núcleos de población, una situación que no existía en 1959 cuando fallecieron 140 personas en Ribadelago

j. d. s.-ical

Ribadelago (Zamora)

Jueves, 24 de junio 2021, 19:51

La Dirección General de Protección Civil y Emergencias y de la Confederación Hidrográfica del Duero, la Junta de Castilla y León, y Endesa pusieron este jueves a prueba el plan de emergencia de las presas de la sierra de Moncabril (Zamora), como parte de ... los ejercicios anuales de entrenamiento para asegurar que el sistema de alerta funciona adecuadamente y que podría responder ante cualquier contingencia.

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De esta forma, a las 11:00 horas de este jueves sonaron las ocho sirenas de alta potencia que alertarían de la necesidad de evacuar los núcleos de población en el caso de riesgo de rotura en alguna de las cinco presas, concretamente, Puente Porto, Playa, Garandones, Cárdena y Vega de Conde.

Las sirenas se escucharon en la sierra de Moncabril y en varias zonas del término municipal de Galende, especialmente en Ribadelago Viejo y Ribadelago Nuevo, «que se encuentran en el área inundable en la primera media hora en una hipotética rotura de alguna de las presas», según informaron fuentes de la Subdelegación del Gobierno en Zamora.

Restos de la tragedia de Ribadelago, en 1959. Fernando L. Heptener

«Se ha comprobado en la prueba de sonido que el nivel de decibelios es el adecuado. El mástil sobre el que se ubican las distintas sirenas tiene once metros. Cuentan con una potencia variable entre 137 y 147 decibelios», según explicó el director del Plan de Emergencias, Rafael Armas, de Endesa.

«El objetivo es que supere los 70 decibelios en toda la zona de afección. Además de los dispositivos en las presas, el sistema de alerta consta de una sirena en el Pico del Fraile, otra en la central de Moncabril y una más, la octava, en Ribadelago Nuevo».

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Las pruebas de este tipo suelen hacerse en junio, «ya que todavía no hay muchos turistas y la ausencia de lluvias no mueve a generar una alarma excesiva en las personas que no se han enterado de que se trata de un simulacro». Además, se efectúan en horas «prudenciales», para no molestar demasiado a los habitantes de la zona.

El sistema de seguridad busca evitar que se repita una tragedia como la de 1959. Entonces, en la madrugada del 9 de enero, la presa del río Tera reventó y el agua anegó Ribadelago. Un total de 140 personas perdieron la vida.

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