Los empleados del Ayuntamiento de Zamora y de la Diputación tendrán que tomarse la temperatura

En el caso del Ayuntamiento de la capital, todos los empleados y ciudadanos que accedan a los servicios tendrán que tomarse la temperatura con un termómetro sin contacto para valorar la posible fiebre o febrícula, según se ha aprobado en el Comité de Seguridad y Salud Municipal y en la Mesa General, ante la progresiva reincorporación al trabajo presencial de los trabajadores municipales.

A esta medida, que afecta también a los usuarios de los servicios, se unen otras en función del tipo de trabajo desempeñado, como mantener la distancia interpersonal de aproximadamente 2 metros tanto en la entrada y salida al centro de trabajo como durante la permanencia en el mismo, la instalación de barreras físicas mediante mamparas de metacrilato con el fin de impedir el contacto directo en servicios de ventanilla, la colocación de distanciadores mediante señalizaciones a nivel de suelo que garanticen una distancia mínima de un metro en las atenciones al público, el mantenimiento de la distancia interpersonal en las zonas comunes y, en cualquier caso, la evitación de aglomeraciones de personal en estos puntos.

Además, en el acceso al centro de trabajo, se habilitará, en la medida de lo posible, un sentido de entrada y otro de salida, y se limitará el aforo en los ascensores en función de su tamaño, «priorizando su utilización por personas con discapacidad».

Otra de las medidas aprobadas son fomentar el uso de las escaleras, especialmente para el acceso a las primeras plantas; mientras que en el caso de los puestos dinámicos, como trabadores de oficios y otras actividades en el exterior, se ha aprobado que se mantenga el distanciamiento social con el resto de la ciudadanía.

El sistema de atención al público en el Ayuntamiento sigue siendo con carácter prioritario por vía telefónica o telemática, de tal forma que se limite la atención presencial a los supuestos estrictamente necesarios.

Por su parte, la Diputación de Zamora ha elaborado un plan de medidas en materia de prevención de riesgos laborales de cara a la reincorporación presencial del personal «de manera gradual y progresiva».

La toma de temperatura es una de ellas y se hará antes del acceso de los empleados públicos a sus puestos de trabajo mediante sistemas que no supongan contacto físico.

También se instalarán alfombras con soluciones desinfectantes a la entrada de los edificios administrativos, se eliminará el sistema de huella en el fichaje de horarios de entrada y salida, y se pondrán en marcha medidas para posibilitar el distanciamiento social, según recoge el documento que ha sido consensuado por la institución con los representantes de los trabajadores.

Este plan de la Diputación no se pondrá en marcha hasta que se supere la fase 0 de la desescalada. Hasta entonces, la institución provincial contará con el personal mínimo imprescindible para el desempeño presencial de las tareas que se han estimado necesarias por los distintos servicios.

Según han informado desde la Diputación, el documento prevé una flexibilización de jornada y horarios, en especial para el personal que tenga a su cargo menores y mayores dependientes, y se vea afectado por el cierre de centros educativos o de mayores.

También contempla, entre otras medidas, que la entrada y la salida del trabajo se realicen de forma escalonada para evitar aglomeraciones y en la medida de lo posible, se habilitará en los centros de trabajo un sentido de entrada y otro de salida.