La deriva del sempiterno alcalde de Castroverde, que fue expulsado hace dos años del Partido Socialista por violencia de género contra su entonces esposa y que permanece en el cargo como independiente, llegó el pasado viernes a su punto culminante, tras ser denunciado por ofrecer ... a una menor de 14 años, vecina de su pueblo, en plena calle, «una propina» a cambio de mantener sexo con él. De momento, Cecilio Lera, aunque esté en la cárcel de Topas (Salamanca), seguirá siendo el alcalde de Castroverde «porque este momento del procedimiento es muy preliminar y habrá que esperar a investigaciones posteriores y a un auto formal de imputación para evaluar si pierde su condición de regidor».
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En principio, solo una condena de prisión llevaría aparejada la inhabilitación en cargo público, así que por ahora «no habrá consecuencias políticas» señalaron fuentes jurídicas. A no ser que antes de que termine la instrucción del asunto en la vía judicial el propio Lera presente su dimisión como regidor, tal y como esperan sus antiguos compañeros de partido, o bien que el resto de concejales de la Corporación de Castroverde orquesten una moción de censura contra él que, no obstante, seguiría teniendo su acta de concejal electo, que es personal e intransferible y que solo se pierde con la renuncia del interesado.
De las riendas del Ayuntamiento se ocupa ahora el teniente de alcalde, Diodoro Conde Vicente, que sustituye al alcalde preso. Se ha convocado un pleno para este viernes en el que se tomarán las primeras decisiones sobre la gobernabilidad de la institución, cuyo equipo de Gobierno está formado por cinco concejales con el exsocialista Lera y los dos ediles del PP.
Mientras tanto, el regidor permanece en cuarentena covid en la enfermería del centro penitenciario de Topas desde el pasado martes. Se le investiga como presunto autor de un delito de corrupción de menores desde que la titular del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción de Villalpando (Zamora) ordenó su ingreso en prisión provisional, comunicada y sin fianza, tal y como confirmaban ayer desde el Tribunal de Justicia de Castilla y León. La denuncia fue realizada por el progenitor de la niña, que pertenece a una familia muy cercana al munícipe, «de toda la vida», señalaron fuentes del caso. De momento, la Fiscalía de Zamora le atribuye un delito de corrupción de menores que llevaría aparejadas penas de uno a cinco años de prisión, aunque en este caso la adicción a la bebida «tiene que estudiarse si se contempla como circunstancia atenuante o agravante», señalaron fuentes jurídicas. Precisamente se le condicionó la pena de dos años de prisión por violencia de género a que se sometiera a un tratamiento de desintoxicación.
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Cecilio Lera, que durante su declaración manifestó no acordarse de nada por estar bajo los efectos del alcohol, no es la primera vez que se enfrenta a condenas judiciales. Además del caso de maltrato a su esposa y un procedimiento de divorcio en el que también llegó a saltarse la orden judicial de alejamiento, la Audiencia de Zamora ha ratificado en sendos autos dos condenas por delitos de lesiones leves. En uno de estos casos, agredió a un tractorista que circulaba delante de su coche, en el que viajaba con otra persona, porque no le dejó que le adelantara en una carretera estrecha. Lera aprovechó que el tractor se detuvo en un stop para sacar al agricultor del habitáculo del vehículo y emprenderla a golpes con él.
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