San Cebrián de Castro: Zamora la Vieja, punto estratégico medieval

Con ese nombre se conocía a la ciudad de Castrotorafe, ubicada en el término de San Cebrián de Castro y origen de este municipio que ha sido testigo de numerosas luchas por su carácter fronterizo, entre ellas, la de Juana la Beltraneja e Isabel la Católica

Silvia G. Rojo

Salamanca

Viernes, 3 de junio 2022 | Actualizado 16/06/2022 08:50h.

La historia de San Cebrián de Castro va estrechamente ligada a las ruinas de la antigua ciudad de Castrotorafe, ubicadas en su término municipal, y que fue conocida popularmente como Zamora la Vieja, siendo un punto estratégico crucial en la historia medieval castellano-leonesa. Este emplazamiento está cargado de magia y leyendas que parten de un asentamiento prerromano a modo de poblado fortificado.

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Ya en época romana algunos autores argumentan que esta ubicación se correspondería con la mansión Vico Aquario, que recoge el Itinerario de Antonino Augusto Caracalla redactado en el siglo III en el que se recopilan las rutas del Imperio romano.

Un momento clave viene dado de la mano de la reina doña Berenguela, quien junto a su marido el rey Alfonso VII, concedieron fuero a esta población y delimitaron su alfoz.

El crecimiento y la prosperidad de este importante enclave determina la futura decisión del infante don Juan en cuanto a la construcción del Castillo de Castrotorafe. En 1351 pasa a manos de Pedro I 'El Cruel', quien sufriría los ataques de su hermano Enrique III de Trastamara.

Fechas clave

Prehistoria: En la cima del Teso del Moral de Cuelgamures estuvo asentado un poblado eneolítico. Una excavación desarrollada en el yacimiento encontró abundantes restos, la mayoría cerámicos y faunísticos.
Siglo IV: De época tardorromana son una villa y una calzada romana que se situaban en el paraje de Las Panaderas, donde han aparecido piezas como molinos de mano.
1143: La existencia de Cuelgamures aparece en una donación del rey Alfonso VII de León y lo hace bajo el nombre de Colga Mures, que apunta a la existencia de cuevas donde se colgaban los murciélagos.

Años después la historia de Castrotorafe liga de nuevo el devenir de dos mujeres enfrentadas por un trono, Juana la Beltraneja e Isabel la Católica. La villa rechaza el asalto de Alfonso V de Portugal, partidario de la Beltraneja, antes de que el rey Fernando pusiera en fuga a las huestes lusas.

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A partir del siglo XVI las referencias a la villa de Castrotorafe desaparece de las colecciones diplomáticas. No existe evidencia científica que clarifique la causa real de la desaparición. En el siglo XVIII comienza el proceso de despoblamiento definitivo, siendo su último alcalde, Antonio Entrecanales. En 1815 ya vivía en San Cebrián de Castro. Esta localidad sería la villa sucesora de Castrotorafe.