Una comunidad energética para El Perdigón, San Marcial y Tardobispo

Hablar de la economía de El Perdigón es hacerlo de la de muchos otros municipios: una base agrícola y ganadera que ha ido evolucionando, como no podía ser de otra manera, con el paso de los años. Los agricultores cada vez son menos, pero más profesionales, y el modelo ganadero ha dado paso a explotaciones más dimensionadas, con más cabezas de ganado. El peso agrícola sigue siendo importante en nuestro municipio, pero los medios de vida de los vecinos también son otros y no podemos obviar la importancia de las bodegas subterráneas como referentes hosteleros o la harinera.

Desde este Ayuntamiento queremos contribuir a ampliar las posibilidades. En este sentido, estamos trabajando con un grupo inversor que quiere abrir una residencia de ancianos con capacidad para entre 120 y 130 personas. Nuestro cometido es poner las cosas fáciles, a éstos y cualquier otro inversor, dentro de lo que marca la ley. Además, entendemos que parte de la mano de obra que sea necesaria para el funcionamiento propio del centro, repercutirá en personas del pueblo y alrededores.

Las estrategias son muchas, aunque somos conscientes de que el dinero es poco, pero hemos apostado por sacar adelante una comunidad energética que abastecerá al ayuntamiento y a sus instalaciones. En concreto, el proyecto está planteado como una comunidad energética para cada uno de los tres pueblos: El Perdigón, San Marcial y Tardobispo y toda la energía que no se gaste desde el propio ayuntamiento se ofrecerá a los vecinos. Estas comunidades tienen como objetivo, sobre todo, fomentar el ahorro energético, pero también favorecen la reducción de la dependencia energética y contribuyen a reducir el impacto medioambiental.

De igual modo, poner a disposición de los vecinos viviendas sociales es otra manera de contribuir a la economía fijando población y desde este planeamiento, hemos adquirido la antigua casa del cura, una propiedad de 1.600 metros cuadrados, para disponer de ese tipo de viviendas.

Insisto en que los proyectos son muchos, sabemos que en algunos casos complicados de conseguir, pero no por eso vamos a dejar de intentarlo y otra muestra de ello es el trabajo que hemos presentado a Europa para que podamos digitalizar los contadores, tecnológicamente más avanzados, y que ofrecen un consumo real e individualizado de la energía que consume cada vivienda.

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