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Alicia Pérez
Martes, 27 de octubre 2015, 09:46
El diputado provincial y alcalde de la localidad zamorana de Rosinos de la Requejada, Ángel Prada, ha presentado un escrito de renuncia a todos los cargos y áreas que tenía encomendadas en la Diputación de Zamora, aunque continúa como diputado y ha solicitado pasar al Grupo Mixto. Se trata de una decisión motivada por su situación procesal, investigado como presunto autor de un delito de prevaricación por haber permitido, supuestamente, que su hija ocupara durante más de cinco años dos plazas que son incompatibles, la de secretaria en los ayuntamientos de Rosinos de la Requejada y Palacios de Sanabria, y la de administrativa en el Ayuntamiento de Galende.La renuncia del hasta ahora responsable de Patrimonio y Mancomunidades a su pertenencia al Grupo Popular en la Diputación trastoca la actual composición en la institución provincial, ya que el PP pasaría a tener 12 diputados de los 25, en lugar de los 13 actuales que suponen la mayoría absoluta en el salón de plenos. Una situación que sin embargo no parece representar problemas ni trastocar los planes del PP,seguro de la fidelidad de los votos del político al que hasta ahora ha sido su partido.
Desde el PP consideran que se trata de un acto de responsabilidad «dada su situación procesal», indicó el vicepresidente de la institución, Aurelio Tomás. «Ya era el momento de hacerla», defendió, respecto a la renuncia de Ángel Prada a las delegaciones.
Sin embargo, creen que hubiera sido conveniente «para su propio bien y para la institución» la renuncia también como diputado, una decisión que exclusivamente tendría que tomar él. «Ni el presidente del partido, Fernando Martínez-Maíllo, ni la presidenta de la Diputación, Mayte Martín Pozo, pueden adoptar ninguna medida que pueda conducir a ese hecho», subrayó.El diputado por Sanabria pretendía pasar al Grupo Mixto, pero el secretario general de la Diputación le ha comunicado que «no cabría esta posibilidad, por lo que tendría que continuar en el Grupo Popular o pasar al grupo de no adscritos», informó Aurelio Tomás.
El portavoz socialista en la Diputación, Antonio Plaza, se refirió a esta situación como una pantomima y una herencia envenenada del anterior presidente, Fernando Martínez-Maíllo. La diputada de IU Laura Rivera manifestó que lo lógico es que el PP exija «inmediatamente» la dimisión, mientras que Ciudadanos considera que la renuncia solo es un lavado de imagen del PP y exige que en las instituciones no se siente ningún imputado.
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