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Guarido, el día en que fue investido como alcalde de Zamora.
Menos sueldo y más despacho

Menos sueldo y más despacho

Francisco Guarido, el único alcalde de IU en una capital de provincia, cumple cien días en Zamora con recorte de gastos, bajada de impuestos y solo un viaje en coche oficial

Alicia Pérez

Domingo, 27 de septiembre 2015, 17:50

Muchos fueron los memes compartidos en redes sociales y a través de WhatsApp sobre la llegada de Izquierda Unida a la Alcaldía de Zamora. Las Tres Cruces, en la avenida del mismo nombre, coronadas con la hoz y el martillo ponían ingenio y humor, a lo que el Partido Popular en campaña electoral hizo su proclama: o ellos o Guarido de alcalde. Era un grito de ¡Que vienen los rojos! y llegaron, de la mano del PSOE, con el apoyo de los dos concejales no adscritos que abandonaron las filas socialistas. Nada de eso pasó. Las Tres Cruces siguen en su avenida, las estatuas en pie y la calle Santa Clara, la más céntrica, sigue viendo pasar arriba y abajo a Guarido. Ahora como alcalde, pero madrugador como siempre.

Es el único alcalde de IU en una capital de provincia y ha cumplido los cien primeros días de gobierno con la sensación de que fueran tres años. Tanta ha sido la actividad desde el 13 de junio, muchos, asegura, asuntos del anterior equipo, de esa herencia recibida que prometió no sacar a la luz aunque en ocasiones no encuentre otro remedio. Aun así reconoce que todo no se puede hacer en tres meses. Por ello pide calma a los ciudadanos y reprocha al PP, ahora principal grupo de la oposición, que le exija medidas que no se han adoptado durante los 20 años de gobierno popular en el Ayuntamiento de Zamora.

Tras la atención mediática a nivel nacional que centró Guarido durante las primeras semanas desde su toma de posesión, sus principales medidas han sido la reducción del número de concejales liberados y de los sueldos del equipo de Gobierno, con un ahorro del 30% él mismo se lo redujo en un 47%, hasta los 32.000 euros anuales, y la bajada de impuestos para el próximo año, con la reducción del Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI) del 0,57 al 0,556 y la supresión de la tasa de basuras de garajes y trasteros, a razón de entre 30 y 35 euros de ahorro por cada contribuyente y 570.000 euros menos de recaudación para las arcas municipales. Era un compromiso electoral de IU y del PSOE, y uno de los puntos clave del posterior pacto de gobierno.

Transparencia

La austeridad y el ahorro también han impregnado en estos primeros 100 días el funcionamiento en la Casa de las Panaderas, con un único viaje del alcalde en el coche oficial, en el día 98 del período de gracia, para asistir a la asamblea de la Federación Española de Municipios y Provincias en Madrid. Los desplazamientos del vehículo Volvo podrán conocerse a través de la web del Ayuntamiento, en un ejercicio de transparencia que el equipo de Gobierno está llevando a cabo en la página municipal, a la que se han incorporado ya el 80% de los datos, aunque aún no se han publicado las declaraciones de bienes y patrimonio de los ediles.

Los primeros cien días en el Consistorio han sido días de trabajo en el despacho. Esto le ha valido las críticas del PP, que insta al regidor a salir a buscar inversiones y vender Zamora en ferias. Sin embargo, no ha sorprendido a los habituales del Ayuntamiento, acostumbrados al ir y venir de Guarido por las dependencias municipales en sus 16 años en la oposición y a verle estudiando, en el vacío salón de plenos, la letra pequeña de los dictámenes que iban a someterse a pleno o comisión.

En su despacho, con vistas a la Plaza Mayor, han tenido lugar dos reuniones con el director general de Vivienda y Urbanismo de la Junta, Ángel María Marinero, en las que Guarido ha reclamado la construcción de un centro cívico en el solar del fallido Palacio de Congresos, con una inversión de dos millones de euros. Las negociaciones siguen abiertas y el regidor zamorano mantiene la esperanza de alcanzar un acuerdo con coste cero. Está también a la espera de reunirse con la vicepresidenta de la Junta y su antecesora, Rosa Valdeón, para conseguir financiación para construir el nuevo parque de bomberos, cofinanciación que pide también a la Diputación. El alcalde ya se ha ganado entre sus opositores políticos la fama de pedigüeño.

La renovación de contratos caducados desde hace años, como el de las piscinas municipales, la ORA y el alumbrado, o la puesta en marcha de un nuevo sistema de contratación «para que las empresas y autónomos puedan entrar en las licitaciones» centran sus esfuerzos y planea dar un mayor impulso al programa del equipo de IU y PSOE en los presupuestos del próximo año, en los que de momento no podrán participar los ciudadanos, algo que sí prevé Guarido para el plan económico municipal de 2017.

Con mucho trabajo y programa por delante, y más de 1.000 días de mandato, el alcalde de Zamora se ha mantenido firme en no asistir como autoridad a actos religiosos, otra de sus improntas, como la ausencia de corbata y las sandalias. Si encabezara las procesiones, incumpliría su programa. En una ciudad tradicional y con una Semana Santa que para muchos es seña de identidad, nadie se ha rasgado las vestiduras. Es lo que se esperaba de Guarido.

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