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ALICIA PÉREZ
Miércoles, 17 de septiembre 2014, 13:11
Conoce las instalaciones de Cobadu como la palma de la mano. Las recorre todos los días, desde hace 32 años. Nada le hacía presagiar en 1982, con tan solo 30 años, que el ilusionante proyecto en el que se embarcaron 380 socios lograría alcanzar los 12.700 y que las ventas de piensos, en un principio de ocho millones de kilos al año, alcanzarían los 40. Nacido en Valladolid aunque con orígenes en Castrillo de la Guareña, y veterinario de profesión, Rafael Sánchez Olea se declara agricultor, ganadero, socio fundador y el único gerente que ha tenido Cobadu.
¿Cuál es el secreto de la cooperativa para mantener su solvencia en época de crisis y seguir creciendo a pesar de la situación?
El secreto son 30 años de trabajo. La estabilidad que tiene la cooperativa tanto en su parte representativa como en la parte ejecutiva, y el buen hacer, actuar con transparencia, honradez y seriedad. De esta forma, nos ganamos la confianza de los agricultores y ganaderos y ellos nos lo devuelven con creces, con mayor actividad.
Aún así, hay momentos puntuales que superar, por ejemplo, el veto ruso, ¿a ustedes les afecta?
A nosotros directamente nos puede afectar en cuanto a la carne, aunque de momento no hemos notado absolutamente nada ni en porcino ni en vacuno. Aun así, si afecta a otras zonas, al final te acaba afectando a ti.
Con menos problemas a la vista, ¿Cuáles son los retos de Cobadu?
Seguir potenciando lo que ya estamos haciendo. Todavía tenemos recorrido para hacer más cosas y ampliar. La incorporación de 450 socios nuevos al año, no solo en zonas nuevas sino en zonas históricas, quiere decir que todavía tenemos labor más que suficiente en nuestro territorio, en nuestras provincias de Castilla y León. ¿Por qué cree que se siguen incorporando nuevos socios? ¿Ven en Cobadu una especie de paraguas protector?
Ven en Cobadu una cooperativa con una seriedad, que les da productos y servicios muy asequibles, y sobre todo ven la seguridad de cobro, ese paraguas protector en sus explotaciones y poder hacer inversiones y financiar producciones. ¿Cree que las cooperativas son el futuro del campo y del medio rural? Son una herramienta buena e imprescindible en el mundo agrícola y ganadero. Además, creo que son las que más aportan al desarrollo rural y a que se mantengan las personas en los pueblos. Lo que más aporta población y gente en el mundo rural es la ganadería y en aquel pueblo que se hace una nave de integración de porcino o hay ovejas, la gente vive y eso da actividad y contenido a nuestros pueblos.
¿El socio ve algún tipo de ventaja cuando el ejercicio se cierra con beneficios?
El mejor beneficio que podemos dar a nuestros socios son productos y servicios a un precio adecuado y dar márgenes para sus explotaciones.
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