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Una mujer contra el Kremlin La esposa del opositor ruso Alexéi Navalni dispara Yulia Navalnaya: «Es Putin en persona quien mantiene a mi marido en la cárcel»

Yulia es la esposa de Alekséi Navalni, el opositor ruso que fue envenenado con Novichok y que lleva más de dos años en prisión. El documental sobre la vida del político acaba de ser galardonado con un Oscar. «Mi marido está en peligro constante».

Miércoles, 05 de Abril 2023, 11:41h

Tiempo de lectura: 7 min

Alekséi Navalni, de 46 años, es el opositor más conocido de Rusia. En 2020 fue envenenado con Novichok, una potente neurotoxina de uso militar. Sacado del país y llevado a Alemania en avión, estuvo muy cerca de morir.

Una investigación conjunta llevada a cabo por la plataforma periodística Bellingcat logró identificar a un comando del FSB, el Servicio Federal de Seguridad ruso, como probable autor del atentado. Navalni regresó a Rusia en 2021 y fue detenido en el mismo aeropuerto de Moscú. Desde entonces se encuentra en prisión. El documental Navalny ha sido galardonado con un Oscar en la reciente ceremonia celebrada en Los Ángeles. La esposa del político encarcelado, Yulia Navalnaya, también de 46 años, participó en el acto de entrega.

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En prisión. Alekséi Navalni, líder de la oposición rusa, se encuentra en la cárcel con una condena de nueve años. «En su caso, intentan por todos los medios que su situación sea insoportable allí. Pasa la mayor parte del tiempo en aislamiento individual sin acceso a una atención médica adecuada», explica su mujer. |Getty Images

XLSemanal. Señora Navalnaya, ¿qué se le pasó por la cabeza cuando oyó: «And the Oscar goes to…?

Yulia Navalnaya. En un primer momento, nada. Oí el nombre del documental, que también es el de mi familia, y me puse de pie porque sabía que tenía que subir al escenario; era lo que habíamos acordado con el equipo.

XL. ¿Qué significa para usted un premio como este, que llega desde un mundo tan distinto al suyo?

Y.N. Estoy muy contenta por el equipo y por Alekséi. El premio es muy merecido, es un documental muy bueno. Lo he visto muchas veces. Cuando lo veo, es como si hablara con Alekséi.

XL. Mientras, su marido está en la cárcel. ¿No se hace un poco raro?

Y.N. Es una sensación extraña, sí. Pienso en Alekséi todo el tiempo, siempre lo tengo en la cabeza. Por otro lado, estar en la ceremonia de los Oscar es una experiencia que probablemente solo se tiene una vez en la vida. Estoy muy muy agradecida.

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Un amor incondicional. «He amado a Alekséi desde el primer día. Alekséi y yo nos casamos el mismo día que Putin llegó al poder». En la imagen, Navalni con su mujer y sus hijos en Berlín, donde lo salvaron de morir envenenado.

XL. En el escenario dijo que su marido está en la cárcel por decir la verdad. ¿Cómo ha cambiado la visión que tiene usted de Rusia a lo largo de estos últimos años?

Y.N. La verdad es que no ha cambiado gran cosa en la última década o más. Alekséi y yo nos casamos el mismo año en el que Vladímir Putin llegó al poder. Un año más tarde nació nuestra hija, Dasha; también fue cuando Alekséi empezó su actividad política. Sabíamos que Putin no era el hombre adecuado para Rusia, para la democracia, los derechos humanos, la libertad de expresión. Dasha va a cumplir ya los 22 y la situación en el país es cada año peor.

XL. El grado de represión al que está sometida la oposición es mayor que nunca.

Y.N. La primera vez que detuvieron a Alekséi fue en 2011, y lo condenaron a dos semanas de cárcel. En 2013 lo condenaron a cinco años. Solo lo dejaron en libertad porque un montón de partidarios suyos se echaron a las calles. Siempre lo hemos tenido muy claro: cuanto más tiempo permanezca Putin en el poder, peor se pondrán las cosas. Y es capaz de todo con tal de mantenerse en el poder. Creo que con la invasión de Ucrania se ha hecho evidente para todos. Incluso ha llegado a amenazar al mundo con usar armas nucleares.

XL. Desde el encarcelamiento de su marido se ha especulado mucho con la posibilidad de que usted dé un paso adelante y entre en política. ¿Se lo ha planteado?

Y.N. No creo que sea una idea con la que quiera jugar. He leído muchos artículos sobre el tema, por supuesto, pero para presentarte a unas elecciones y dedicarte a la política tienes que quererlo de verdad. No como sustituta de nadie, sino por ti misma.

XL. ¿Qué quiere decir?

Y.N. No tiene mucho sentido actuar pensando: mi marido está en la cárcel, así que me presento yo. Y si me detienen a mí, entonces le toca a Dasha. Y cuando nuestro hijo Zakhar sea mayor de edad le tocará a él… No, las cosas no funcionan así.

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A pesar de todo, en familia. Navalnaya con sus hijos en la gala de los Oscar en la que el documental de Navalni fue galardonado a Mejor Documental. |Getty Images

XL. Svetlana Tijanóvskaya se puso al frente de la oposición bielorrusa cuando a su marido le prohibieron presentarse a las elecciones.

Y.N. La admiro por lo que está haciendo. Pero tienes que querer estar en política. Yo lo que quiero es que la gente recuerde que Alekséi Navalni, el líder de la oposición rusa, está en la cárcel.

XL. ¿Cómo es su día a día, señora Navalnaya?

Y.N. Está lleno de cartas, cartas, cartas. Intento escribir a Alekséi todos los días, aunque sé que censuran el correo. Le escribo sobre todo tipo de cosas: el tiempo, los estudios de los chicos, libros, programas de televisión.

XL. Su esposo sabe que el documental ha sido premiado, ¿verdad?

Y.N. Sí, uno de los abogados le dijo que había ganado un Oscar. Él respondió: «Lo ha ganado un documental sobre mí, no yo».

XL. Volvamos a su vida diaria…

Y.N. Intento llevar una vida normal, pero tengo muchas obligaciones, como se imaginará. Estoy en contacto constante con los abogados de Alekséi. Dirijo la Fundación Anticorrupción, que creó mi marido. Y me ocupo de mis hijos, claro.

«Mi marido está en manos de los que quisieron envenenarlo. Su salud es muy frágil y, para que empeore, han llegado a poner a un enfermo de tuberculosis en su celda»

XL. Los últimos informes sobre la salud de Alekséi han generado bastante inquietud en todo el mundo. ¿Está enfermo?

Y.N. Empezó en enero. Pudo ser una gripe o covid, en los campos penitenciarios no hacen test. El caso es que fue bastante más grave de lo normal y le duró mucho tiempo, alrededor de un mes. No recibió atención médica ni lo llevaron al hospital. Incluso pusieron en su celda a un hombre enfermo para que Alekséi empeorara aún más.

XL. Un hombre con tuberculosis, concretamente. ¿Cree que fue a propósito? ¿Que lo hicieron para que contagiara a su marido?

Y.N. No es nada nuevo. En Europa o en Estados Unidos cuesta imaginárselo, pero el sistema penitenciario ruso funciona así. Tratan a las personas como herramientas. En el caso de Alekséi, intentan por todos los medios que su situación sea insoportable.

XL. ¿Cómo se encuentra en estos momentos?

Y.N. Su salud es muy frágil desde 2020, desde el envenenamiento. Aunque él siempre dice que está bien. Creo que soy la última persona del mundo a la que le reconocería que no se encuentra bien, así que cuando dice públicamente que se siente mal sé que se siente realmente mal. No es la primera vez. Cuando estuvo en huelga de hambre, en abril de 2021, tuve la sensación de que su situación era muy crítica.

XL. ¿Cree que su vida corre peligro?

Y.N. Pasa la mayor parte del tiempo en aislamiento individual sin acceso a una atención médica adecuada. En esas condiciones, si tienes problemas de salud, nunca vas a mejor, siempre empeoras. Alekséi tiene problemas en las manos por las mañanas, tiene una de las piernas entumecida y problemas de espalda. Pero, más allá de eso, está en peligro constante porque se encuentra en poder de los mismos que ya intentaron envenenarlo.

«Para presentarte a unas elecciones, debes quererlo de verdad. No tiene sentido pensar: 'Mi esposo está en la cárcel, me presento yo'»

XL. ¿Cuándo fue la última vez que vio a su marido?

Y.N. Hace un año y un mes. Desde entonces habremos hablado por teléfono dos o tres veces nada más, la última en marzo de 2022. El verano pasado lo trasladaron a un campo con unas condiciones todavía más estrictas, no le permiten hablar por teléfono.

XL. ¿Y tampoco puede visitarlo?

Y.N. Según la ley, puede verme a mí o a familiares cercanos cada seis meses. Pero la última vez, cuando ya se iba acercando el momento, lo llevaron a una celda de castigo, donde las visitas no están permitidas. Luego, en enero, lo pusieron en un régimen permanente de confinamiento individual. No puede recibir visitas, salvo las de su abogado.

«Todos sabemos que es Putin en persona quien mantiene en la cárcel a Alekséi. Mientras Putin siga en el poder, cuesta imaginar que Alekséi pueda salir en libertad».

XL. Multitud de gobiernos de todo el mundo han pedido su puesta en libertad. ¿Sirven de algo estos llamamientos desde Occidente?

Y.N. Estamos en una situación en la que no sabemos muy bien qué cosas ayudan y qué cosas no. Pero lo que seguro que no ayuda es dejar de hacer esos llamamientos.

XL. Hay muchas personas que ponen a su marido a la altura de Nelson Mandela, el hombre que luchó por llevar la libertad a Sudáfrica.

Y.N. Nelson Mandela… la comparación es un reconocimiento enorme para Alekséi.

XL. Mandela pasó 27 años en prisión.

Y.N. A Alekséi lo han condenado ya a 9 años. Dentro de poco tiene otro juicio, se enfrenta a 35 años más de cárcel. Pero en realidad esas cifras no significan nada porque no tienen nada que ver con la ley. Todos sabemos que es Putin en persona quien mantiene en la cárcel a Alekséi. Mientras Putin siga en el poder, cuesta imaginar que Alekséi pueda salir en libertad.

XL. En la ceremonia de los Oscar dijo usted que soñaba con ver pronto a su marido y a su país libres.

Y.N. No solo sueño con ello, creo en ello. Nada es difícil cuando se ama. He amado a Alekséi desde el día en el que nos conocimos. Mis sentimientos siguen siendo los mismos.


© Der Spiegel