Desayuno de domingo con... Susi Sánchez: «Hoy, una mujer mayor es una vieja. ¿Un hombre mayor? Alguien 'estiloso', 'elegante'...»
Valencia, 1955. Soy actriz desde la adolescencia y me siento muy realizada en mi profesión. El 20 de mayo estrenamos 'Cinco lobitos', una película sobre la maternidad y los cuidados en la familia
XLSemanal. ... y que fue un triunfo absoluto en el Festival de Málaga.
Susi Sánchez. Sí, recibió la Biznaga de Oro a la mejor película española, la de Plata al mejor guion, y a Laia Costa y a mí (ex aequo) nos concedieron la de Plata a la mejor interpretación femenina.
XL. Tras una larga carrera fue a los 63 años cuando logró su primer papel protagonista.
S.S. Sí, fue con La enfermedad del domingo y me concedieron el Goya. La vida te da unas sorpresas increíbles.
XL. Y ya no paran de lloverle premios.
S.S. Es una cosa rarísima; dicen que ya me tocaba… [ríe]. Es curioso porque noto que hasta me tratan de otro modo.
XL. Cuenta que, por su estatura y por tener pocas curvas, nunca la elegían para ser pareja del protagonista. Y que incluso la rechazaron alguna vez por hacer pública su relación de pareja con otra mujer.
S.S. Fue así [ríe]. Amenábar fue uno de los que no me cogió por ser demasiado alta; y, aunque no había dicho antes el nombre, fue Vicente Aranda el que me descartó por el tema de mi mujer.
XL. Sin embargo, Pedro Almodóvar se fijó en usted pronto y le dio pequeños papeles en cuatro películas seguidas.
S.S. Sí, fue como un pequeño Récord Guinness, pero en la última, creo, ya se cansó de verle la cara a esta señora [ríe].
XL. El 21 de mayo recibe otro premio, por su trayectoria, en el Festival de Alicante.
S.S. Es alucinante: nunca perseguí ni premios ni fama, pero muy agradecida por el reconocimiento porque supone que vas por el buen camino.
XL. Y eso que, en sus años mozos, con el título de esteticista, daba masajes. Yo doy mi reino por un buen masaje de espalda...
S.S. ¡Jajaja! Kiti Mánver, a quien di masajes durante un mes, también. Me decía: «Si todo el mundo se diera masajes, no habría guerras». A mi padre no le gustaba nada que fuera actriz y debí esperar a ser mayor de edad para matricularme en la Resad; por eso, me saqué el título de esteticista antes.
XL. Tras divorciarse de su mujer ha dicho: «Si quisiera ligar ahora, lo tendría difícil porque a mi edad una mujer ya es vieja por muy buena presencia que tenga».
S.S. Cariño, las viejas no tenemos nada que hacer. En nuestra sociedad, una mujer mayor es una vieja y no tiene nada que ver con un hombre mayor, que es «estiloso» y «elegante»...
XL. Oiga, siendo como es risueña, tierna y sentimental, ¿por qué siempre le dan los papeles de mujer borde, dura y seca?
S.S. Es verdad, creo que por mi primer pronto [ríe]. La gente se asusta, piensan que de entrada les voy a dar una bofetada. Pero, cuando se me conoce un poquito, se ve que soy hipersensible.
Desde hace años
«Tomo un té con una nubecita de leche y una tostada de pan con mantequilla salada o aceite y sal. Al rato tengo hambre y almuerzo. Picoteo todo el día»
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