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Desayuno de domingo con... Paloma Sánchez-Garnica: «Es difícil gestionar la vanidad cuando unos suben en ascensor y tú, por la escalera»

Madrid, 1962. Me licencié en Derecho y Geografía e Historia, y dejé la abogacía por la literatura. He ganado el Premio Planeta 2024 con mi novela 'Victoria'.

Viernes, 29 de Noviembre 2024, 10:45h

Tiempo de lectura: 2 min

XLSemanal. Con Últimos días en Berlín fue finalista del Premio Planeta en 2021. Está claro que era cuestión de insistir con una historia sobre esta ciudad.

Paloma Sánchez-Garnica. Nunca está claro porque muchas veces veía inalcanzable ganar. Casi lo asimilas más cuando te llega de sorpresa que cuando lo trabajas tanto como yo lo he hecho.

XL. ¿Cuántas veces más se ha presentado a este premio?

P.S.G. Otras dos: con La sonata del silencio (2014) y con La sospecha de Sofía (2019).

«Mi marido siempre apoyó que buscara lo que me hiciera feliz. Si no es por él, muchas luces en mi vida se hubieran mantenido apagadas»

XL. En 2016 consiguió el Premio Fernando Lara, ¿el Planeta se había convertido en una obsesión?

P.S.G. No tanto. Tenía casi la certeza de que no lo lograría y me presentaba por si sonaba la flauta. En los premios, me ha tocado muchas veces esperar, conformarme, ejercitar la humildad… ¡Con lo que eso cuesta!

XL. Ahora entiendo que tantos escritores conocidos se presenten con seudónimo.

P.S.G. Claro, la vanidad queda protegida [ríe]. Si no ganas el premio, no haces el ridículo una y otra vez porque nadie se habrá enterado. La vanidad de los creadores es muy complicada de gestionar, sobre todo al ver que unos suben en ascensor y tú, por la escalera.

XL. ¿Le consta que haya muchos autores famosos detrás de cada convocatoria?

P.S.G. Estoy segura, pero eso solo se sabe cuando has sido finalista antes de ganarlo, como fue el caso de Fernando Sánchez Dragó y Ángeles Caso, o el de Mercedes Salisachs, que fue finalista dos veces y luego lo ganó. No soy la única que se ha presentado varias veces.

XL. Aprovecha la mínima ocasión para dar las gracias a su marido: ¿han escrito el libro a cuatro manos y no lo dice?

P.S.G. No, ¡ja, ja, ja! Llevo con él desde los 17 años y casados, 43. Soy el ejemplo de mujer de un solo hombre. Él ha sido mi gran compañero de vida: generoso, siempre confió en mí; también si hacía cosas a ciegas sin saber si saldrían bien.

XL. ¿Cómo cuáles?

P.S.G. Tras casarnos hice dos carreras, durante seis años oposité al Registro de la Propiedad y me tumbaron dos veces, ejercí como abogada…

XL. Para dejarlo todo a los 43 y escribir...

P.S.G. Sí, pero aquello me enseñó a confiar en mí, a trabajar en soledad, tener disciplina, constancia… y cuanto necesita un escritor. Mi marido siempre apoyó que buscara lo que me hiciera feliz. Es un entusiasta de mi escritura y me ayuda como documentalista. ¡No tiene precio! Si no es por él, muchas luces en mi vida se hubieran mantenido apagadas.


«Un plato de fruta y una tostada integral con aceite de oliva y un huevo duro. Una taza de leche semidesnatada caliente con semillas, y algo de jamón ibérico».