La pasión de Senegal
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La pasión de Senegal
Miércoles, 21 de Febrero 2024, 17:56h
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La lucha senegalesa tiene una gran tradición y un reglamento muy complejo, que en cada competición supervisan tres árbitros. Un combate dura cuarenta y cinco minutos, divididos en tres partes con pausas de cinco minutos. Algunos asaltos duran solo noventa segundos y muy pocos llegan al cuarto de hora. El combate termina cuando cae uno de los luchadores. Se considera que ha caído cuando la cabeza, las nalgas o la espalda tocan al suelo.
La lucha no se entiende sin los rituales místicos, que se practican desde su origen, cuando celebraban el final de la temporada de lluvias. Usan pociones mágicas, amuletos, sonidos hipnóticos de tambores, danzas rituales... Se considera que, antes del combate, los ungüentos aplicados en la piel fortalecen al luchador y los cánticos atemorizan al rival.
Balla Gaye 2 es una estrella en Senegal, después de destronar en 2012 al anterior campeón, Yekini, que lo había sido durante 15 años. Suelta palomas antes de competir porque cree que trae suerte. Sus detractores lo critican por haberse sobremusculado entrenando en Estados Unidos.
En los últimos diez años, la lucha se ha convertido en un negocio millonario gracias a la cobertura de la televisión. Los grandes luchadores son auténticas estrellas que ganan fortunas. El premio por un torneo puede alcanzar los trescientos mil dólares.
Un torneo en el estadio Adrien Senghor, de Dakar. Debido al calor, las competiciones tienen lugar al atardecer y se prolongan hasta la medianoche. Los mejores combates se celebran coincidiendo con las fiestas nacionales.
Como los jóvenes no tienen medios, entrenan con lo que pueden. Así, estos chicos de una escuela de lucha cargan con sus compañeros. Si no triunfan como luchadores, pueden reciclarse en la industria de seguridad de las grandes empresas.