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R.C.
La fiebre de los rocódromos

La fiebre de los rocódromos

Trepar requiere concentración y es un método antiestrés

Isaac Asenjo

Madrid

Lunes, 13 de junio 2022, 19:00

Vanessa, Andrés y Rodrigo miran hacia arriba y calculan los movimientos totalmente concentrados. Unos segundos después, levantan una pierna y luego el brazo. Las manos, blancas del polvo de magnesio para el agarre; el cuerpo, asegurado con un arnés. Cada uno sigue el sendero de ... color que le marca el camino y con los pies de gato se aferran a los salientes de resina. Después de impulsarse, agarran con la mano otra de las sujeciones de la pared, un poco más allá hay otra, flexionan las piernas, hacen fuerza con los brazos y siguen. Están a punto de llegar arriba, 12 metros de altura. Si les dicen hace un año que iban a ser capaces de esto... Los tres amigos llevan meses trepando por los muros de madera de Sharma Climbing, uno de los templos de la escalada en Madrid. Confirman sus dueños que hay una auténtica fiebre por los rocódromos.

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