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J. Castillo
Viernes, 31 de enero 2025, 00:11
Con la caída en picado de las temperaturas, durante el periodo invernal, el consumo eléctrico se dispara. Muchos hogares enfrentan sus facturas más abultadas justo cuando peor les viene: recién empezado el año tras semanas de gasto indiscriminado en regalos y comidas fuera de casa.
Una buena forma de ahorrar en la factura de la luz pasa por la domótica, esto es, el conjunto de aparatos inteligentes diseñados para automatizar diversas funciones de la casa mientras ganamos en confort o seguridad. Antes repasar algunos de los más convenientes, nada mejor que constatar sus beneficios por boca de los principales agentes del sector. Como la Asociación Española de la Domótica (CEDOM) que estima en un 30% el ahorro medio por hogar fruto de instalar este tipo de dispositivos.
Por su parte, el Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE), desglosa el porcentaje por categorías: una casa domotizada consigue ahorrar un 39% en calefacción, un 27% en agua caliente, un 12% en el consumo derivado de los electrodomésticos, un 9% en iluminación y un 2% en aire acondicionado.
No extraña entonces, según recoge Endesa en su sitio web, que actualmente un 20% de las viviendas españolas cuenten con al menos un gadget conectado; que un 60% de las nuevas construcciones integren de inicio este tipo de soluciones y que un 40% de los hogares estén planteándose instalarlas.
Instalar un termostato inteligente puede suponer un antes y un después en nuestros consumos: lo ideal es programarlo para que los radiadores se activen únicamente cuando la temperatura de la casa baje de cierto umbral, asegurándonos así de no malgastar energía.
Vinculando este dispositivo a plataformas como HomeKit (Apple), además, podemos hacer que la calefacción se apague automáticamente cuando salimos de casa o conectarla unos treinta minutos antes de volver, para encontrarnos un ambiente más confortable.
Los toldos que engalanan las urbanizaciones españolas se instalaron para bajar la temperatura de casa en las horas de más calor, lo que a la postre permite un uso más eficiente de los aparatos de aire acondicionado. En invierno se da el caso contrario: conviene alzar estores y persianas mientras luce el sol para así mantener las habitaciones caldeadas durante la noche (cuando los bajamos). Estos procesos implican estar pendientes del clima y presentes en casa para acometerlos, lo que no siempre es posible.
La solución pasa por adquirir estores, toldos y persianas eléctricos e inteligentes. Igual que en el caso anterior podemos programarlos en función de la hora del día (incluso que se abatan, suban o bajen cierto porcentaje), la época del año, si estamos o no en casa...
Mucho se ha escrito sobre el llamado 'consumo fantasma': la mayoría de aparatos que mantenemos enchufados cuentan con un modo de suspensión (indicado comúnmente por el célebre piloto rojo) que, en suma y al cabo del año, impacta significativamente sobre nuestra factura eléctrica. Según cálculos de la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), un televisor en 'stand by' puede costarnos hasta 9 euros al año; un ordenador de sobremesa, en torno a 8 euros; y tanto el microondas como la videoconsola, unos 6 euros.
A este respecto encontramos enchufes inteligentes que neutralizan el paso de la corriente a las horas que les indiquemos o, nuevamente, si nuestra red domótica detecta que hemos salido de casa. Por supuesto, también podemos optar por la típica regleta provista de interruptor, pero no siempre recordaremos desactivarla antes de meternos en la cama o ir a trabajar.
Quienes cambian las bombillas tradicionales por luminaria inteligente no suelen volver atrás: no solo podemos regular su tono e intensidad a través del móvil (o de viva voz, enlazándolas con un altavoz inteligente), sino también programarlas. Si nos levantamos y abandonamos la casa todos los días a la misma hora, ¿por qué no configurar que se apaguen y enciendan en consecuencia? Nunca más dejaremos una luz encendida todo el día (o la noche) por error.
En los sitios de paso, los expertos recomiendan vincular las bombillas a sensores de presencia inteligentes. Por ejemplo, podemos hacer que se enciendan unos segundos cuando transitemos un pasillo; al entrar en casa (necesitaremos también un sensor de apertura y cierre de puertas) e incluso al abrir un armario para elegir 'outfit'.
La última máxima de un hogar ahorrativo es elegir sabiamente los electrodomésticos a los que daremos más uso: ¿conviene gastar cien euros menos en cierto modelo de lavadora, frigorífico o lavavajillas si a la larga supondrán un coste mayor en la factura? Toca hacer cábalas, consultar siempre las etiquetas de eficiencia energética y asegurarnos de que el aparato cuente con funciones conectadas. Controlar la lavadora o el lavavajillas desde el 'smartphone' permite cargarlos antes de salir de casa y activarlos únicamente cuando la luz esté más barata.
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