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Un par de huevos fritos. Cena socorrida... y de consenso. Pero, ¿y los análisis?, ¿se disparará el colesterol? Si se dispara, que sepa que no es por los huevos. «Hay que desmitificar eso de que comer huevos todos los días es malo por la grasa. ... Se puede tomar uno al día, yo diría que incluso dos, pero a la gente le da miedo tanto. Así que uno está bien. Estudios científicos han demostrado que no son culpables de los altos índices de colesterol, que no hay relación entre su ingesta y los valores altos de la analítica». De hecho, María Merino, nutricionista y autora del libro 'Desayuno con garbanzos' (Esfera de los Libros) los come «de dos en dos». No fritos siempre, claro, sino «en tortilla, cocidos, pasados por agua, etc».
– Pues lo de los huevos fritos tenía muy mala 'fama' desde el punto de vista de la salud.
– Hay que tener cuidado con las frituras, pero un huevo frito en casa con aceite buena y sin reutilizar o un rebozado casero con harina integral no es malo. El problema de los fritos es que cuando se consumen fuera muchas veces se fríen con aceites vegetales como el de girasol, que se oxida a menos temperatura, y luego encima se reutiliza no sé cuántas veces. Es cuando se generan esas grasas insanas que son dañinas.
– Mucha gente le quita la yema porque así engorda menos.
– En la clara del huevo se encuentra la proteína, de ahí que gente que quiera aumentar su masa muscular tome batidos con claras o tortillas de cuatro claras sin yemas. Porque les interesa un alto contenido proteico y reducir la grasa. Con las yemas tomas mucha proteína de forma fácil y sin que engorde. La yema, sin embargo, aporta grasas –aunque se ha demostrado que son de buen perfil lipídico– y algunas vitaminas. En personas sanas con dietas normales no hay que quitarla. Solo es poco recomendable para la gente con problemas digestivos, hepáticos, problemas de absorción de grasas, etc.
Si no es una de esas excepciones, indica la especialista, puede tomar el huevo entero de todas las formas posibles que se nos ocurra. Es más, lo toma sin darse cuenta: «Comemos más huevo del que creemos. Se encuentra en los dulces y productos de repostería, en la mayonesa y cualquier otra salsa donde se utilizan para que emulsione y genere esa textura densa, comemos huevo cuando freímos croquetas, cuando hacemos albóndigas...».
Así que igual no es una exageración lo de la ración de dos huevos al día que decía María Merino... ¡Ración diaria! Aquí, unas orientaciones sencillas y caseras sobre cómo medir las raciones de otros alimentos sin necesidad de balanzas.
25: es el 'tope' saludable que se establece en el Índice de Masa Corporal (IMC) –se calcula dividiendo el peso en kilos por el cuadrado de su talla en metros–. Si el resultado es más de 25, alerta. Aunque María Merino no está de acuerdo. «Se puede estar gordo y sano. Una persona entrada en carnes que come equilibrado, duerme bien y hace ejercicio puede perfectamente mantener ese peso alto y no va a estar peor que alguien delgado y sedentario que coma fatal».
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